Por Redacción - 15 Julio 2014
Existen algunas canciones que han pasado a ser asociadas directamente a las marcas, lo que hace que busquemos la música del anuncio de Movistar o la música del anuncio de Estrella Damm. Existen canciones y melodías que, esté donde esté el consumidor, le recuerdan necesariamente a la marca o la tienda en la que las escucha de forma habitual. Existen otras que son versiones creadas para un anuncio de canciones exitosas que consiguen, gracias a la publicidad, que olvidemos un poco la canción original.
Y los productos tienen sintonía
Apelar a la música para vender no es algo que se limite a la comunicación publicitaria o al punto de venta, también es necesario optar por una buena estrategia relacionada con el sonido cuando se crea la identidad del propio producto. En algunos casos, la música es tan (o incluso más) efectiva que el packaging o la elección de colores o materiales de fabricación. Los sonidos se asocian directamente al producto y a sus valores positivos y recuerdan siempre al consumidor la marca. Teniendo en cuenta que el usuario dará un uso intensivo al producto, será incluso más fácil hacer que se quede con esa sintonía.
Sucede, por ejemplo, con los avisos de megafonía de los trenes de Renfe, un sonido que quienes viajan de forma habitual en la compañía recuerdan; con la sintonía de Windows, que recuerda las primeras experiencias con el sistema operativo de Microsoft; y, sobre todo, con la sintonía de Nokia, que es una de las más populares del mundo. Según estimaciones de Nokia, su sintonía se reproduce 20.000 veces cada segundo en todo el mundo. Y a eso hay que sumarle que es rápidamente reconocida por los consumidores como lo que suena en el móvil. Curiosamente, la sintonía no es más que un par de acordes de una composición de principios del siglo XX de Francisco Tárrega, un compositor español que quizás, de no haber sido por Nokia, habría caído en el olvido.
El sonido es, en definitiva, una de las herramientas más poderosas para comunicar y vender. El 97% de las empresas creen que la música puede fortalecer la marca y el 76% la usa de forma común. El cerebro del consumidor está preparado para escucharla, para amarla y, sobre todo, para recordarla.