La música motiva, transmite, genera emociones y experiencias y, puede cambiar el estado de animo en un instante. Esto ya nos está indicando la
importancia de usar la música en el proceso de construcción de una marca, un activo hasta ahora parece que infravalorado.
Recientemente me comentaban que las marcas con música que se ajusta a su identidad tienen una mayor notoriedad y una mayor propensión a la compra. Lo
cierto es que el uso estratégico del sonido puede desempeñar un papel importante en la diferenciación positiva de un producto o servicio, mejorando su
recuerdo, construyendo confianza, e incluso quizás aumentar las ventas.
Vivimos en el mundo de las experiencias, y sin duda, el sonido y la música lo son al actuar en el nivel instintivo del cerebro, establecen
asociaciones, proporcionan emociones y contribuyen a la generación de sentimientos y percepciones únicas. Por tanto, la música adecuada puede ser la
vía más directa para generar una conexión. En otras palabras, la identidad de marca puede estar incompleta si no se incorpora el uso estratégico de la
música.
Mientras que la mayoría de las marcas tienen una identidad de estratégicamente definida - identidad visual y verbal - la identidad sonora en la mayoría
de los casos nunca ha sido gestionada. Si bajamos al terreno de lo practico hay algunos elementos claves en los que la música puede influir en la
creación de marca.
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Transmisión de valores. Las personas manifiestan una mayor conexión hacia marcas que representan algo, que contribuyen a
la sociedad más allá de la venta de un producto o servicio y están alineadas internamente en torno a una cultura. Una pieza musical bien y
estratégicamente diseñada puede ser el himno o el motor emocional para transmitir el propósito y los valores de marca. La música puede establecer
el tono, el ritmo y la energía de lo que la marca representa.
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Comunicación intercultural. Cuando se utiliza estratégica y adecuadamente, la música puede constituir un lenguaje
intercultural increíble. Teniendo la capacidad de superar fronteras, generaciones o niveles socioeconómicos, unificándolos bajo un mensaje
compartido. El utilizar el conjunto adecuado de instrumentos, mezclas de géneros, o influencias, la marca puede conectarse de manera auténtica y
eficaz con múltiples targets al mismo tiempo.
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Conectar puntos de contacto dispares. El uso estratégico de la música puede dar consistencia a la experiencia de marca en
distintos puntos de contacto, teniendo la capacidad de transmitir la personalidad en entornos tanto físicos como digitales. Asimismo, ayuda a la
narración visual y verbal, incluso cuando estos elementos no puedan estar presentes, permitiendo una presencia que de otro modo sería invisible.
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Fortalecer la presencia en patrocinios y espacios físicos. Hace años quedo atrás el gastar millones de dólares con la
presencia solo de un logotipo; hoy las marcas están buscando nuevas maneras de estar presentes y generar experiencias relevantes en torno a lo que
marca representa. Sin duda, la música es una manera de lograr este objetivo, incrementando el compromiso emocional.
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Humanizar las interacciones digitales. El entorno digital se esta convirtiendo en el principal canal de comunicación de
muchas marcas con sus clientes. Sin embargo, en muchos casos la utilidad o eficacia de está comunicación está carente de personalidad o una
experiencia diferenciada. Sin embargo, a través del uso de la música esta interacción se puede hacer única, manifestando de manera evidente la
identidad y personalidad de marca de manera emocional.
Las marcas a día de hoy se enfrentan a enormes retos, lo que en muchos casos pasa por su redefinición estratégica, y el desarrollo de una identidad
sonora - si bien no es la clave - en gran parte puede contribuir a la construcción de marcas más fuertes y diferenciadas, sustentadas siempre en una
gran base estratégica que genere un impacto emocional que transforme la experiencia de marca.
