
Cómo crear mensajes de marca que los consumidores realmente recuerden
Por Redacción - 28 Abril 2015
Las empresas intentan que sus marcas se conviertan en recuerdos constantes para los consumidores, que se queden en sus mentes y que no se borren o difuminen ante el asalto de todos los estímulos que reciben cada día. Pero lo cierto es que conseguir esa permanencia es un trabajo complicado.
Según algunas investigaciones, cada día recibimos 3.000 impactos de marcas de media, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir y las marcas nos esperan en cada esquina con sus diferentes mensajes. La cifra puede parecer muy elevada, pero lo cierto es que no lo es tanto. Solo hay que pensar en la elevada cantidad de impactos que recibimos únicamente cuando cruzamos la puerta de un supermercado.
Y, en un mundo tan lleno de marcas y de sus mensajes, los pasos que se siguen para conseguir romper la barrera de entrada y dejar de ser uno de esos 3.000 impactos para convertirse en el impacto publicitario que el consumidor no solo realmente percibirá y procesará suelen centrarse en conseguir que el mensaje de la marca se convierta en algo más.
La neurociencia ha demostrado ya que no todos los recuerdos tienen el mismo valor y, sobre todo, que a las marcas les interesa más convertirse en un tipo de recuerdo concreto. El cerebro tiene diferentes niveles, en los que nuestros recuerdos se almacenan de una forma diferente. Las marcas, los mensajes de publicidad que se perciben, suelen quedarse en el más superficial, lo que hace que la vida de ese recuerdo sea limitada. Las empresas desean siempre pasar al siguiente nivel, donde permanecerán de forma más permanente. Ahí se convertirán en parte de los recuerdos del consumidor.
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