Por Redacción - 23 Abril 2018
Cuando se habla de casos de éxito en marketing o de grandes campañas publicitarias que se convierten en virales o que tienen un elevado impacto en las audiencias, se suelen poner ejemplos de grandes compañías y de multinacionales que tienen equipos detrás muy poderosos. Cuando el protagonista de la historia no es una gran empresa, suele ser una de esas startups que se acaban convirtiendo en algo que los inversores cortejan.
No suelen ser historias protagonizadas por la peluquería del barrio, por la pequeña cadena de supermercados que tiene dos establecimientos en la comarca o por un hotel familiar. Y, sin embargo, aunque ellos no suelan aparecer en estas historias, ellos también tienen que hacer marketing y ellos también deben asumir la importancia que el marketing puede tener para su estrategia de negocio y para su supervivencia en el mercado.
Como ocurre con tantas otras cosas en el mundo de la estrategia y de la competencia, las pymes no deben quedarse atrás y no deben asumir que todo esto no va con ellas. El marketing es también para las pymes y no hay que olvidar que en esto entran las pequeñas y las medianas empresas. Por muy pequeña que la compañía sea, el marketing y los principios del mismo deben ser tenidos en cuentas.
Una de las cuestiones que hace que las pymes se queden lejos del marketing es una suerte de temor previo al mismo. El marketing parece dar cierto miedo, como si fuese una cosa muy compleja y algo que requerirá un nivel de trabajo o de conocimientos que se escapan al control de la compañía. Pero el marketing no debe dar miedo: tiene de extraño lo que tienen todas las cosas nuevas, que requieren que nos familiaricemos con ellas.
Además, como ocurre con todas esas cosas complejas y diferentes que hay que empezar a hacer cuando se arranca un negocio, solo hay que fichar a profesionales para que se haga este trabajo. Igual que se contrata a una gestoría para que nos lleven las cuentas, se puede fichar a un marketero o a una agencia para que nos ayuden con el marketing.
Este no es el único temor que suele asaltar a las pequeñas empresas. También están los temores a lo que puede pasar si se entra en este terreno. El y si el marketing se me va de las manos o y si ese concurso promocional sale completamente mal. Las pymes deben - en definitiva - perder el miedo a realizar acciones que ayuden a mejorar su negocio, ventas y relaciones con clientes
Por otro lado, es igualmente importante comprender que el marketing es una inversión. Uno de los prejuicios más arraigados es que hacer acciones de marketing va a ser simplemente una manera de tirar el dinero. Es lanzar dinero a cosas para que no ocurra ningún milagro en los resultados. Lo que olvidan y muchas veces no comprenden es que estas acciones son una inversión, una que dará resultados a veces a medio plazo.
De hecho, muy relacionado con este punto debería posicionarse también este. El marketing no es solo importante como tal y por sí, sino que lo es también de un modo estratégico. Es decir, las pymes tienen que comprender que no vale con solo hacer marketing, con lanzar un par de cosas que ayuden a dar a conocer la marca o con tachar un par de cosas de la lista de tareas marketeras que se deberían cumplir. Hay que tener claro por qué se hacen las cosas y qué se espera con ellas.
El arma no tan secreta del éxito en marketing está, al final, en tener una estrategia. Hay que pensar qué se quiere conseguir y a partir de ahí hay que establecer cómo se va a lograr conseguir esto. Las pymes no deben quedar al margen de los objetivos y del análisis de los mismos.
Quizás muchas pequeñas empresas se sientan desorientadas o perdidas a la hora de planificar o desarrollar su propia estrategia de marketing y ventas, sin embargo, muchos otros pequeños negocios han encontrado las claves del éxito. Las empresas pueden tomar a estos negocios como referencia y buscar los aspectos que han servido para destacar y lograr sus objetivos. No estamos hablando de copiar exactamente lo que hacen otros negocios.
Hablamos de tomar aquellas ideas que pueden funcionar en nuestra empresa sin olvidar el recurrir a la originalidad y creatividad para dotar a estas acciones de un toque personal y diferenciador. Casi siempre, los mejores resultados llegan poniendo el práctica el popular método del ensayo y error, entendiendo que de los errores también podemos aprender muchas cosas que aplicar a través de diferentes cambios en beneficio de nuestro negocio.
Competir con grandes empresas o marcas puede que en muchas ocasiones pueda resultar desalentador o parecernos casi una utopía. Sin embargo, desarrollar estrategias o acciones de marketing de forma ingeniosa y creativa, puede servirnos para destacar y mostrar una posición mucho más notable. El Marketing no sólo se traduce en invertir grandes cantidades de dinero para buscar un rápido retorno económico. El marketing puede resultar hasta económico, cuando la creatividad y la originalidad se imponen a través de sencillas acciones que pueden sorprender gratamente al cliente o consumidor. Estrategias en el punto de venta, marketing de guerrilla o inbound marketing, son modelos estratégicos que cualquier pequeño negocio puede adoptar aplicando la creatividad.
Todos los días escuchas hablar de que internet es el presente y futuro… sabes del éxito de empresas que han aumentado su volumen de negocio gracias a las redes sociales. Creaste tu página web, porque "había que estar" pero piensas que eso no es para ti, tú tienes un pequeño negocio local y no esperas que tus clientes te vayan a buscar en Google antes de venir a verte… ¿quién te ha dicho que internet es sólo para las grandes empresas?
La presencia en internet es crucial tanto para aquellas pymes que están convencidas de que la red no es para ellas como para quienes abrieron un perfil en Facebook y creen que con eso ya han hecho suficiente. Internet es una parte crucial de nuestro día a día como consumidores y por tanto tiene que ser una parte crucial en la estrategia de todos aquellos negocios que quieren llegar hasta nosotros como tales.
Independientemente del medio a través del cual desarrollemos nuestras acciones, es de vital importancia cuidar al máximo cada detalle y cada proceso dentro de nuestro negocio. Desde la imagen corporativa, las tarjetas de visita, el anuncio en una revista, la decoración y limpieza del establecimiento o instalaciones comerciales, el escaparate, el packaging, las promociones, y sobre todo, los procesos relacionados con el trato y la atención al cliente.
Como es evidente, el Marketing engloba múltiples y diferentes estrategias que pueden resultar simples y eficaces, pero ninguna de ellas sería efectiva si finalmente nuestro talón de Aquiles se encuentra en el cuidado de nuestros clientes. Los clientes son uno de los activos más importantes de las empresas y ganar su confianza requiere de un gran esfuerzo, tiempo y esmero. La fidelidad de los clientes es uno de los aspectos primordiales que tanto grandes como pequeñas empresas deben priorizar en sus estrategias de venta y marketing.