
Neuromarketing para los cinco sentidos: cómo las empresas están desaprovechando el potencial del marketing sensorial
Por Redacción - 22 Abril 2019
Una de las lecciones que la neurociencia ha enseñado en lo que a marketing se refiere es la de que, en la escala de cuestiones clave que impactan en cómo se reciben las cosas, algunos sentidos tienen un impacto mucho más efectivo.
Es lo que ocurre con el sentido del olfato, por ejemplo. Los consumidores reciben esos mensajes y los perciben, pero lo hacen sin - por así decirlo - oponer resistencia. Es la parte más primaria de nuestro cerebro la que se encarga de hacer el trabajo de gestionar ese impacto y la que, por tanto, lo analiza. La parte racional no puede hacer nada contra ello. Esto es lo que explica que en los últimos tiempos cada vez más y más empresas usen recursos olfativos, como demuestra el boom del uso de los olores en el retail.
Lo que ha enseñado el neuromarketing sobre el poder del olfato las empresas deberían tenerlo en cuenta de forma mucho más intensa cuando analizan el poder de las sensaciones y su uso en la estrategia de marketing.
El poder de las sensaciones no se limita únicamente al olfato, sino que llega a todos los demás sentidos. El tacto, por ejemplo, puede ayudar a asentar una imagen de marca y una serie de valores e ideas. Por ejemplo, y como explican expertos en neuromarketing, un packaging que no es exactamente lo que esperas cuando lo tocas puede funcionar muy bien para reforzar la idea de que una marca tiene una personalidad emocionante y rompedora. Los sentidos ayudan a asentar principios y valores usando emociones y sensaciones, recuerda, y lo hacen a un nivel profundo en nuestro cerebro que hace que pasen rápidamente a la memoria de los consumidores.
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