Por Redacción - 22 Febrero 2021
Cuando se hacen listas de libros de marketing o lecturas que debería hacer todo marketero, la selección suele oscilar hacia ciertos tipos de libros. Están las listas de clásicos del mundo del marketing y de la publicidad y están también las de últimas novedades que llegan el mercado, en las que cada vez tienen más peso los libros sobre tecnología.
Sea como sea, eso sí, en esos listados domina el ensayo. Si algo se sale de ese género, será porque hay unas memorias o algún libro de experiencias en primera persona de algún marketero o publicista importante o porque ha salido algún libro ilustrado con mejores anuncios o tendencias de packaging. La excepción no suele ser una novela y mucho menos una novela cualquiera.
Al fin y al cabo, ¿por qué incluir la última novela de detectives o la reedición de la última novela que se haya convertido en serie? No parece tener mucho sentido o mucha justificación. Y, sin embargo, es un error. Leer novelas es una más de las herramientas que los marketeros pueden usar para ser mejores en su trabajo. Sí, el último best-seller de moda te convertirá en un mucho mejor marketero.
Las novelas de éxito y las que no tienen tanto pero se están publicando de forma contemporánea suelen funcionar como una guía para comprender qué interesa a las personas y cuáles son sus preocupaciones, pero también cómo están cambiando sus gustos, sus intereses y hasta sus estructuras sociales. Darse cuenta de ello en tiempo real no es sencillo, pero sí lo es cuando se analizan las lecturas que dominaban en el pasado y lo que estaba ocurriendo históricamente en esos momentos. Son, muchas veces, llaves para entender los cambios sociales.
Entender los cambios del momento y las preocupaciones de los consumidores es una de las grandes obsesiones de los marketeros, que además deben ser capaces de posicionarse en el lugar de los demás. Comprender las experiencias de los demás y empatizar con ellos resulta crucial para hacer un buen trabajo en marketing y publicidad. Las novelas son, como han demostrado estudios científicos, muy buenas para mejorar la empatía.
"Leer novelas nos permite ser mejores a la hora de entender a otra gente y lo que están haciendo", explica Keith Oatley, novelista y profesor emérito de psicología cognitiva en la Universidad de Toronto. La ficción permite a sus lectores ponerse en los zapatos de los demás y vivir sus experiencias, aunque sea de una manera figurada.
Además, en muchas ocasiones nos sacan de nuestra zona de confort, nos permiten ver la realidad con ojos nuevos o comprender cuestiones con las que nos costaba empatizar.
Un estudio realizado por investigadores de la universidad de Toronto, entre ellos el ya mencionado Oatley, demostró la existencia de un vínculo muy fuerte entre leer ficción y unos resultados mejores en los tests de empatía y habilidades sociales.
Y, finalmente, las novelas tienen otro cariz muy importante y beneficioso que aportar a los marketeros, especialmente en una profesión en la que se registran tasas tan altas de trabajadores quemados. Leer tiene beneficios notables en la salud mental. Algunos estudios han notado mejoría en situaciones de depresión, otros en reducción de estrés y otros en mejora en agilidad mental.
Al fin y al cabo, ya tras la I Guerra Mundial se daba a leer a los soldados afectados por el impacto de las experiencias en el campo de batalla novelas de Jane Austen.
