Vivimos en un mundo donde cada día importa más no solo el producto o servicio que ofrece una empresa, ya no solo lo que se trata de decir que somos una marca implicada socialmente o lo que esta quiere al cliente, sino que cada vez importa más el cómo se hacen esos productos, como se servuccionan los servicios, se trata de transmitir todo eso con éxito y respetar con escrúpulo los valores que guían la forma de producción y comercialización, eso cada vez es más importante para el cliente a la hora de decidir su compra. El mindful marketing es tendencia.
Siempre he defendido el necesario cariz social que ha de aportar el marketing, siempre he creído que el marketing que impacta, el que vende y el que conquista al cliente, es un marketing con un profundo interés por la satisfacción del cliente y por lo social, siempre he pensado que la oferta que presentamos a un mercado, si no tiene un origen y un destino social de verdadero interés, tendrá como mucho un recorrido breve. Siempre he creído en la misión del marketing para aportar bienestar y satisfacción al cliente y la sociedad, cualquier otra misión es un síntoma de miopía empresarial, ya que las empresas tienen esa finalidad, aportar valor a la sociedad.
El mindful marketing es tendencia en la actualidad, es un tipo de marketing este que está consiguiendo un impacto muy relevante en las mercados. Ejemplos como los de LUSH una empresa de cosmética respetuosa con el medio ambiente, con el comercio justo, los derechos de los trabajadores y protección de los animales. Es una empresa implicada en varios proyectos de solidaridad con ciertos pueblos, o el de Patagonia, empresa que tiene como misión fabricar y vender productos de la máxima calidad y el menor daño posible al entorno, centrando su estrategia de marketing en la 5r: reducir, reparar, reutilizar, reciclar y reimaginar, son ejemplos de este tipo de marketing que os comento, el mindful marketing.
¿Por qué es tendencia este tipo de marketing? Pues simplemente porque cada vez existe un mayor número de clientes sensibilizados, con la sostenibilidad, el equilibrio, el respeto por el medio ambiente, la solidaridad, que hacen que demanden que estos valores de compromiso con lo social se trasladen a su consumo. Es tendencia porque estamos viviendo un sobre consumismo que está poniendo en riesgo nuestro bienestar social, por que hay una generación de personas que quieren poner límite a destrozar "la casa" en la que vivimos, que quieren ayudar a mejorar nuestro entorno.
Pero incluirse en este tipo de marketing, requiere fundamentalmente no solo de querer dar una imagen (gran error que están cometiendo muchas marcas), sino de comprometerse con esos valores de forma real y consecuente, para conseguir esto la marca tendrá que:
Definir los valores y políticas que defienden. Un brand essence público, comunicado y firmado como contrato de relación con el cliente
Creer, comunicar y convencer de que esos valores y políticas, efectivamente moldean tus comportamientos productivos y comerciales, siempre, no de forma parcial o a veces
Empatizar con ese cliente para los que estos valores no solo son importantes, sino que determinan su compra
Ser muy transparentes en esos mismo comportamientos y mensajes, para que el cliente compruebe que el compromiso de la marca es total con esos valores... y real
Ha de demostrar que este tipo de marketing beneficia a todos, a clientes, a entorno, a sociedad, a nuestra vida ... a partir de ahí, si es capaz de mostrar que todos somos beneficiarios con estos valores y prácticas, el poder de seducción de la oferta se incrementa a ojos del mercado
El compromiso de la marca tiene que ir más allá de lo que produzca o venda, tiene que aparecer en eventos relacionados, en foros donde la marca muestre su interés por aglutinar interesados en esta forma de vivir, de consumir, de vender, de satisfacer
Tener la ambición de crear entre sus cliente una comunidad que compartan valores e intereses, porque tendrá que agruparlos, hacerles relacionarse de forma continua con la marca, realizar planes de fidelización continuos, establecer canales de comunicación muy directos y particulares y no solo para hacerle llegar ofertas, sino para ganar adeptos a la misión que buscan esos valores, es decir no solo convertirlos en comerciales de la marca, sino en embajadores orgullosos de ella, esto genera un importante poder de marca y empodera a su vez al cliente frente esta.
El mindful marketing tiene que huir del mercantilismo cortoplacista y ofrecer sus productos y servicios como consecuencias de una forma de ver el mundo y su cuidado, así como el de ver al cliente y la sociedad (quien no este en este punto estratégico como branding en un corto plazo quedara apartado del mercado). El mercado espera que el marketing haga cosas buenas y de interés por el cliente y su bienestar. Eso será lo que definan y determinen las ventas en un futro muy próximo, mucho más que ahora.
De todas formas, este marketing no funciona en todos los mercados en la actualidad, o mejor dicho, no todos los clientes comparten estos valores que el mindful marketing defiende, por lo que la ubicación poblacional de donde aplicarlo, como en todos los tipos de marketing, es importante. Hoy día, las nuevas tecnologías nos facilitan mucho esta función la de captar clientes, pero insisto que siguen siendo ofertas fundamentalmente basadas en cómo se producen y como se vende los productos o servicios ofertados, con lo que los precios en el mindful marketing suelen ser más altos que los de la competencia, con lo cual se proyectan ofertas menos accesibles para parte de la clientela, que aun compartiendo valores, no se lo pueden permitir, así como hay un tipo de clientela (muy amplio todavía) para los que no supone ninguna ventaja competitiva esta forma de ver la producción y comercialización de la marca.
El mindful marketing es expresión de compromiso social de la marca con su entorno, es por ello por lo que no es extraño que sea tendencia en la comercialización y el branding, lo cual es un buen síntoma sociológico (habla muy bien del tipo de cliente que valora estas prácticas), pero estoy seguro de que a medio plazo será una obligación generalizada en el marketing. Y es que lo responsable socialmente siempre se impone por una cuestión de autodefensa de la especie, queremos consumir lo que nos produce bienestar.