Por Redacción - 2 Septiembre 2022
Parece casi una verdad de Perogrullo de todas las veces que se repite, pero el universo del marketing y de la publicidad muestra una de las tasas más elevadas de profesionales quemados y hastiados de su profesión.
Esto supone serios problemas para los trabajadores de estas áreas, pero también para la profesión en general. Las cifras de rotación de personal son muy elevadas, los números de quienes deciden tirar la toalla y dedicarse a otra cosa también y hasta en los puestos más elevados las cosas son complicadas. Los CMOs son, dentro de la C-suite, quienes tienen la permanencia más baja de las cúpulas directivas. La dirección les da menos tiempo a que quienes lideran otras áreas para demostrar que sus decisiones son las correctas.
Por tanto, no resultan sorprendente que de vez en cuando aparezcan estudios sobre la salud mental de los marketeros y que sus conclusiones no sean en absoluto positivas. El último estudio llega desde Neville Johnson y analiza cómo la ansiedad generada por el trabajo está afectando al sueño de los marketeros: las conclusiones lo dejan claro. La profesión es tan estresante que los marketeros sueñan - demasiado - con el trabajo.
Según los datos del estudio, dos tercios de quienes trabajan en las áreas de ventas, marketing y medios reconocen que los sueños agobiantes conectados con el trabajo son un problema. Es decir, un 39% asegura que sueña demasiado con el trabajo y son sueños negativos. Son del tipo que no permiten desconectar y en los que los problemas del día a día se convierten en un agobiante elemento nocturno.
En general, la gente sueña con sus trabajos, recuerda el estudio (que parte de una muestra de trabajadores británicos). Hacerlo es muy habitual: un 78% de los encuestados asegura que alguna vez ha soñado algo relacionado con su trabajo y un 49% apunta que lo hace al menos una vez al mes.
La diferencia está aquí en el cariz de estos sueños. No son historias sin más que pasan en el trabajo: para los marketeros son sueños angustiosos. Según apuntan en Marketing Week, solo quienes trabajan en recursos humanos muestran un porcentaje más elevado de sueños angustiosos que los marketeros, que se posicionan con el segundo porcentaje más alto.
Lo curioso es que, aunque en marketing es una de las profesiones en las que más sueños angustiosos se tienen, si solo se analiza el soñar con el trabajo eso no ocurre (marketing es la 11). Casi se podría decir que los marketeros solo sueñan con sus tareas del día a día cuando tienen pesadillas.
¿Por qué soñamos con el trabajo y, sobre todo, por qué son sueños angustiosos? En líneas generales, el estudio apunta que es más habitual soñar con el trabajo cuando estamos sobrepasados por él. Es decir, es más probable que se sueñe algo relacionado con la oficina si la lista de tareas es excesiva. Otras razones que llevan a soñar con el trabajo está en el sueldo: quienes tienen salarios más elevados suelen soñar más con estas temáticas.
Lo habitual es soñar que se llega tarde a trabajar, que se ha quedado atrapado en el ascensor (y por eso no se llega a hacer lo que se debería) o que de repente aparecen tareas, eventos o responsabilidades sin explicación.
Igualmente, el género también cambia qué tipo de sueños laborales se tienen. El estudio apunta que la probabilidad de que el sueño laboral sea positivo es mayor para los hombres que para las mujeres.
Aunque todo esto parezca a primera vista una curiosidad llamativa, funciona como una llamada de atención para la industria. Una muestra más de que las condiciones de trabajo de los marketeros deben someterse a un examen de conciencia colectivo.
