Son muchas la empresas que se refieren al marketing como el arte de seducir al cliente y se obsesionan con esa misión, pero sin embargo, muchas no tienen en consideración que si el marketing que aplican no genera ningún valor añadido para la empresa en forma de evolución como organización a todos los efectos, ese marketing es deficiente o poco eficiente, incompleto, falto de valor. El marketing te ha de cambiar
El marketing siempre se aprecia como una disciplina de dentro a fuera en la empresa, es decir, todos aquello que hacemos para que los clientes nos vean, les gustemos, nos compren y hablen bien de nosotros. Considerar solo estas funciones tradicionales en el marketing, es percibir esa disciplina con muchas limitaciones.
En primer lugar, el marketing no es una función en la empresa de dentro a fuera, es una función cíclica, 360º grados que afecta, incide y condiciona (debe condicionar) todas las funciones restantes de la empresa, por lo que pensar que la única función del marketing es tratar de vender una imagen o un producto/servicio que sea del agrado del cliente, es tan reduccionista como pensar que un coche se mueve por que tiene neumáticos, no es mentira, pero no es toda la verdad.
Los mas importante en cualquier organización que hace un marketing 360 y eficiente, es el sistema de información que tiene instaurado para realizar dicho marketing, es los que llamamos el SIM (sistema de información de marketing) de la empresa, esto no es más que todas las herramientas que tenemos y que nos aportan datos de calidad sobre el mercado para tomar decisiones eficaces y eficientes. Cuando hablamos de sistema no solo consideramos el recuento de herramientas, sino en cómo están organizadas, calibradas, utilizadas y medidas, para que dichas herramientas generen decisiones que sean determinantes en el logro de objetivos.
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