Si bien es cierto que la elaboración de un plan de empresa en el que se incluya un estudio de mercado es una acción de vital importancia para lograr la penetración de la marca en Internet, a través del aumento del tráfico hacia nuestro bien o servicio, es también muy acertado afirmar que los estudios de mercado no garantizan, por sí mismos, el éxito en el lanzamiento de un producto.
Desde comienzos de 2010 se desató una nueva corriente a través de la cual, los expertos de marketing de numerosas marcas afirmaron haber encontrado una solución en la ciencia neurológica. Esta nueva técnica, que contempla la realización de una resonancia magnética, concede a las marcas la información sobre las emociones que se desatan ante un anuncio de un producto.
El neuromárketing se consolida como una de las inversiones más rentables y eficientes ya que es a través de la investigación cerebral que se identifican necesidades e interés de gran valor informativo para las marcas. Si centramos esta novedad del mundo de la publicidad en un contexto como el actual en el que la crisis económica sitúa al término inversión en el ojo del huracán para las marcas, las empresas encuentran en la neurociencia una arista por la que hacer rentable la inversión y el tiempo destinados a analizar desde su origen las emociones que acompañan a los usuarios en su proceso de compra.
En el momento que un anuncio publicitario se muestra ante nuestra retina algunas zonas del cerebro se activan mas intensamente, sin embargo… es una condición inherentes al ser humano, pero no por que un anuncio grabe una huella en nuestro cerebro, será suficiente para comprar compulsivamente el producto que se nos ofrece.
La clave del neuromarketing se encuentra en la manipulación del estudio del cerebro, accediendo a las áreas donde se concentra el deseo de compra. Otra de las grandes revelaciones consiste en confirmar que no por situar un anuncio en una franja prime time garantizamos su éxito entre los consumidores.
Se confirma de esta forma que la publicidad y el marketing son eminentemente emocionales y si bien los consumidores creen que las campañas y estrategias puestas en marcha por las marcas responden a análisis y estudios totalmente racionales, lo cierto es que son las emociones las que guían y acompañan a los consumidores en su decisión de comprar, lo que ha llevado a las marcas a acudir a técnicas como el neuromarketing para identificar qué demanda en el cerebro e los consumidores
Las emociones y más concretamente la medición de éstas, han sido el caballo de batalla permanente de la publicidad. Sin embargo, el acceso al punto exacto donde se generan las emociones, permite a las marcas comprender un poco más del abstracto concepto de la lealtad en términos de consumo.
En conclusión, las principales ventajas del neuromarketing las encontramos en la gran cantidad de información de relevancia que para las marcas supone el acceso al punto exacto del cerebro donde se desatan las emociones relacionadas con la decisión de compra.
Está en manos de marcas y de profesionales de la publicidad y el marketing elaborar campañas publicitarias que respondan a las necesidades e interese que subyacen tras esas emociones, logrando la efectividad máxima en cada campaña generada y estableciendo una lealtad sólida basada en la confianza y la calidad del servicio prestado, alimentando en definitiva, las emocionas positivas que vinculan a los usuarios con las marcas… Nada nuevo bajo el sol.