Por Redacción - 8 Febrero 2023
Los usuarios y consumidores odian la publicidad en video y los anuncios televisivos debido a su falta de creatividad y a la forma en que intentan manipular al espectador. Según un estudio reciente, el rendimiento de la inversión en anuncios de televisión es pésimo. Anna Tuchman, profesora asociada de Marketing en la Kellogg School of Management, y sus colaboradores analizaron el efecto de los anuncios televisivos en las ventas de más de 200 productos de consumo envasados y descubrieron que el impacto de los anuncios en las ventas es mucho menor de lo que en estudios anteriores se había calculado. Para muchos productos, el rendimiento de la inversión (ROI) fue negativo. Las empresas gastan enormes cantidades de dinero anunciándose en las cadenas de televisión tradicionales pero carecen de métodos fiables para cuantificar su eficacia.
Los consumidores también odian anuncios en televisión porque son a menudo demasiado largos, aburridos e irrelevantes. Según un estudio, alrededor del 75% de los encuestados consideran que la mayoría de los anuncios en televisión no son relevantes para ellos. Es decir, los espectadores consideran que la publicidad no es relevante para sus intereses o necesidades. La publicidad tradicional de televisión a menudo se basa en un enfoque en masa, lo que significa que los anuncios no siempre se ajustan a las preferencias y necesidades individuales de los espectadores. En lugar de sentir que la publicidad está hablando directamente a ellos, muchos consumidores pueden ver los anuncios como un mensaje genérico que no tiene un impacto significativo en sus decisiones de compra.
Las personas también están cansadas de la cantidad de anuncios que ven. El mismo estudio descubrió que el promedio de personas que ven una hora de programación de televisión ve cerca de 15 anuncios. Eso convierte a la la publicidad en un evento demasiado repetitivo, lo que puede ser frustrante para los espectadores. Ver los mismos anuncios una y otra vez puede ser abrumador y puede generar una sensación de saturación. Esto puede hacer que los espectadores se sientan más propensos a zapear durante los anuncios o a cambiar de canal en busca de una experiencia de verificación más satisfactoria.
Aun así, uno de los aspectos negativos más destacados es la interrupción al usuario o espectador. La publicidad tradicional de televisión o en los anuncios en videos online, a menudo interrumpe el contenido que están viendo los espectadores, lo que puede ser molesto e inoportuno. Muchos programas televisivos tienen una estructura predecible, y la inclusión de anuncios puede interrumpir la experiencia de verificación y hacer que los espectadores se sientan frustrados. Además, en algunos casos, los anuncios pueden ser más largos que el contenido original, lo que puede ser una fuente de irritación.
Además, la publicidad en televisión está perdiendo su fuerza debido a la creciente popularidad de los servicios de transmisión en línea que ofrecen en su mayoría contenido sin publicidad. Estas plataformas permiten a los usuarios ver contenido sin ser interrumpidos y evitan que los anuncios en televisión lleguen a los consumidores. Esto significa que la publicidad en televisión ya no es una buena forma de llegar a los consumidores.
De forma paralela, los usuarios y consumidores odian la publicidad en video y los anuncios televisivos porque a menudo son engañosos o tratan de manipular al espectador. Muchos anuncios de televisión contienen afirmaciones que son exageradas o directamente falsas. Esto les hace a los consumidores sentirse engañados y confundidos sobre los productos y servicios que se ofrecen. Además, algunos anuncios intentan manipular a los espectadores para que compren determinados productos, lo que los hace sentirse incómodos. Debido a esto, los consumidores prefieren evitar la publicidad en video y los anuncios televisivos.
De forma general, una gran porcentaje de los usuarios y consumidores ven los anuncios publicitarios tradicionales de la televisión y los videos online como una forma intrusiva y poco efectiva de llegar a ellos. Prefieren métodos más personalizados y relevantes para recibir información sobre productos y servicios. Además, en el caso de la televisión la falta de opción para saltarse o evitar los anuncios, la falta de relevancia y la repetición excesiva de los anuncios son factores que pueden contribuir a la opinión negativa de los consumidores sobre este tipo de publicidad.
Tal vez hemos llegado a un momento de reflexión en el que ciertas fórmulas ya no funcionan como lo hacían antes. En una reciente entrevista televisiva, Jesús García, CEO de MKTG Spain, incidía sobre el hecho de que ante tal saturación y el aumento de los impactos publicitarios y mensajes que recibimos de forma permanente a través de diferentes pantallas, las personas son cada vez más selectivas. De echo, hace referencia a aquellos estudios que afirman que durante los bloques publicitarios de 12 minutos entre películas, se incrementa el consumo de agua por una simple razón. La gente va al baño.
En este aspecto, Jesús García destaca el hecho de que “la gente quiere que las marcas tengan propósitos, y los propósitos se construyen fundamentalmente a través de contenidos”. El consumidor actual es inteligente, selectivo e impaciente y en esta batalla, la televisión ha perdido la batalla contra las grandes plataformas de internet.
Según el propio Jesús García, “ha habido partidos de fútbol de equipos españoles en competición europea y en prime time, que en otra época hubieran acaparado la atención de millones de personas. Sin embargo, a la misma hora y en el mismo momento, en Twitch un combate de boxeo sin boxeadores profesionales y con simplemente youtubers que aceptaron un reto, tuvieron más audiencia que un partido de competición oficial europea”.
Y es por todo ello por lo que actualmente, la publicidad tradicional en televisión o en los vídeos es vista como una forma poco efectiva y molesta de llegar a los consumidores debido a su falta de relevancia, su repetición excesiva y su naturaleza intrusiva. Como resultado, muchas empresas están adoptando nuevas estrategias publicitarias que sean más personalizadas y relevantes para los consumidores, y que les permitan tener una experiencia de verificación más satisfactoria y que sean más personalizadas y relevantes para los consumidores.