Por Redacción - 13 Septiembre 2024
El Reino Unido prohibirá los anuncios de comida chatarra en televisión antes de las 9 p.m. a partir de octubre de 2025, como parte de una estrategia gubernamental destinada a mejorar la salud pública. Esta medida, anunciada por el ministro de Salud Pública, Andrew Gwynne, también incluye la prohibición total de los anuncios en línea de productos con alto contenido en grasas, sal y azúcar. Según Gwynne, el retraso de estas restricciones durante años ha tenido un impacto negativo en la salud de los niños, que siguen expuestos a la publicidad de alimentos no saludables.
La medida ha sido bien recibida por grupos de salud y activistas, quienes consideran que la limitación de estos anuncios es un paso esencial para proteger a los niños. James Toop, director ejecutivo de Bite Back, organización respaldada por el chef Jamie Oliver, celebró la decisión y destacó que "sabemos que cuanto más expuestos estamos a anuncios de comida basura, más alimentos no saludables consumimos". Según Toop, estas restricciones ayudarán a reducir el impacto de la publicidad en las elecciones alimentarias de los más jóvenes.
El anuncio de Gwynne también pone fin a una serie de aplazamientos de esta medida, que ya había sido postergada por el gobierno conservador bajo el mandato de Rishi Sunak. Inicialmente, la prohibición debía entrar en vigor en enero de 2023, pero fue retrasada hasta 2025, lo que provocó críticas por parte de quienes argumentaban que el gobierno priorizaba los intereses comerciales sobre la salud infantil. La misma política fue propuesta previamente por Boris Johnson, quien también la pospuso citando la crisis del costo de vida como justificación.
Organizaciones como la Obesity Health Alliance, liderada por Katharine Jenner, han criticado duramente a la industria alimentaria por resistirse a la implementación de estas restricciones. Jenner afirmó que la industria había pedido "más tiempo para prepararse", pero que ya no puede seguir utilizando ese argumento. La prohibición, señaló, es un paso crucial para combatir los preocupantes niveles de sobrepeso infantil en Inglaterra, donde más de un tercio de los niños terminan la educación primaria con sobrepeso u obesidad.
El gobierno del Partido Laborista ha enfatizado la urgencia de la situación, afirmando que las nuevas restricciones no solo son una cuestión de política pública, sino una necesidad para enfrentar de manera decisiva la creciente crisis de salud infantil en el país.