El fin de semana recibimos junto con mi esposa a nuestra sobrina de 6 años, quien pasó todo el día sábado en casa, en determinado momento después de haber conversado con la pequeña sobre sus vacaciones, me planteó que quería ver televisión, concretamente un popular dibujo animado del cual ella es fanática. Me dijo: "tío, ponme los dibujos que me gustan" y ello me hizo caer en razón (y corroborar después) que las nuevas generaciones no están familiarizadas con el concepto de "parrilla de programación".
Si yo le plantease a mi sobrina que para poder ver su programa favorito ella debería esperar a un día y horario específicos impuestos por el broadcaster (tal como hacíamos las generaciones anteriores), seguramente no lograría comprenderlo, "¿por qué debería esperar para ver mi programa favorito"? Esperar para ver contenidos no es una opción para las nuevas generaciones, que seguro hallarían arcaica y/o hasta irracional la idea.
Una tarea que durante muchas décadas fue responsabilidad de los Directores de Programación de los canales de TV hoy está en manos de la audiencia.
¿Qué hacen los broadcasters de TV abierta frente a este fenómeno?
Dado que la TV abierta sigue ofreciendo su programación bajo el formato de parrilla rígida de programación y los consumidores desean ver sus contenidos favoritos cuando ellos lo decidan (no cuando lo decida el broadcaster) las estaciones de TV han comenzado a transformar lo que hasta hace unos años eran sus sitios web, en una extensión de la emisora, donde ahora el consumidor puede acceder a sus programas favoritos cualquier día, en cualquier horario y cuantas veces lo deseen. Las estaciones de TV han generado además sus propios canales en plataformas como Youtube, de modo de facilitar la búsqueda y el acceso a sus contenidos desde la web.
¿y el rating?
No estoy descubriendo el fuego cuando digo que el rating de la TV abierta viene bajando a nivel mundial desde hace por lo menos 10 años y que famosos shows de la TV festejan cuando alcanzan picos de rating que años atrás hubiesen ameritado que ese mismo programa fuera levantado del aire. La televisión como medio de entretenimiento está cambiando, mutando hacia una nuevo medio multipantalla. Se trata de una realidad que avanza imparable. Sin embargo, los broadcasters de TV parecen haber encontrado más que a un enemigo, a un aliado en las distintas plataformas y pantallas que integran nuestras vidas hoy en día. Ya que éstas les permiten a los canales de TV llegar a los públicos que han fugado de la "televisión en el medio de la sala".
El comportamiento de la audiencia ha cambiado de manera radical. El consumidor quiere ver la tele ¡ahora! y quiere ver su programa favorito sin tener que esperar al prime time del miércoles.
La supervivencia de la TV estará condicionada por su capacidad para adaptarse a esta nueva necesidad de los consumidores.