
Televisión, audímetros y audiencias televisivas: un sistema obsoleto con miedo al cambio y a la era digital
Por Redacción - 14 Enero 2016
:
Prácticamente nadie conoce a nadie que tenga un audímetro en casa, lo que hace que quienes disponen de uno de estos dispositivos se hayan convertido en una especie de seres míticos a los que expertos en televisión (y gente que trabaja en la misma) quieren conocer. Casi nadie comenta que tiene uno en casa, por otra parte, porque en teoría no lo pueden decir, algo que rompió Gloria, una señora con un audímetro en casa en un evento en el que participaba la periodista Mariona Cubells. El encuentro lo narra en Y tú, ¿qué miras?, un breve libro que le dedica a la televisión en España, y es uno de los pocos testimonios que existen más o menos solventes de cómo funcionan los audímetros y quiénes son los que sirven para medir qué es lo que les interesa y lo que no a los espectadores españoles. "Yo tenía mucha curiosidad", le explica Gloria a la periodista. "Un día apareció un señor muy educado y me dijo si quería tener ese aparato en casa". Y así consiguió Gloria ser parte de la muestra de Sofres.
Lo mismo le ocurrió al protagonista de un breve documental que se puede encontrar en YouTube y que es otro de los ejemplos de cómo es el parque de mediciones en España. A él Sofres también lo encontró por azar. Un responsable de la compañía llamó a su puerta después de haber llamado a la puerta de sus vecinos (que no le hicieron caso porque lo confundieron con alguien que quería venderles algo) y, como él sí había escuchado hablar del aparato, le hizo caso. Aceptó y también se convirtió en parte del parque de algo más de 4.000 hogares que sirven para medir las audiencias en España.
¿Cómo funcionan los audímetros? Quien haya llegado hasta el final del vídeo anterior lo tendrá bastante claro. Resumiendo, el sistema es una caja que se une al televisor y que necesita la interacción del usuario (tiene que indicar quién es y dar datos si hay más personas viendo la tele con él) para saber quién está viendo qué. El problema viene cuando el usuario está viendo cosas de forma más compleja que la televisión tradicional (el sistema no puede saber por ejemplo lo que entra por un cable HDMI) o cuando al usuario se le olvida hacer alguno de los pasos (aunque esto no tendría que pasar). El espectador podrá si quisiese mentir, aunque en realidad no ganaría mucho con ello. Tener un audímetro en casa no se paga (al menos con dinero: sí hay un programa de puntos para recompensar por las molestias que se cambian por regalos) y no se puede postular uno para ello. Es Sofres quien llama a la puerta, quien hace una breve entrevista (cinco minutos de preguntas) y quien da el visto bueno. Solo quedan fuera quienes trabajan en la tele o tienen a alguien trabajando en ella.
--- Regístrate o accede como usuario para disfrutar del acceso ilimitado a todos nuestros contenidos ---

