
La televisión tiene demasiados anuncios y esto hipoteca su futuro
Por Redacción - 18 Abril 2018
En los últimos años, una de las quejas recurrentes de los espectadores de la televisión era que esta tenía demasiados anuncios. Sentarse a ver uno de los programas favoritos podía convertirse en una experiencia lastrada por la publicidad: las pausas publicitarias se sucedían de forma masiva y, lo que resultaba incluso peor, lo hacían con una duración excesivamente larga. Los anuncios parecían, a quien estaba sentado en su sofá viendo lo que la tele tenía para ofrecerle, infinitos.
Hace unos años, esto era uno de los males que se esperaba cuando se veía la televisión. En la pausa para los anuncios, uno solo podía aprovechar para ver lo que estaban echando en los demás canales, el conocido como zapping; para levantarse y hacer otras cosas, el momento concreto de ir a la cocina a por algo de picar; o para esperar pacientemente a que acabasen los anuncios.
Sin embargo, las cosas han cambiado. Por un lado, el boom de los dispositivos móviles ha hecho que el tiempo de los anuncios sea tiempo de ver lo que está ocurriendo en las demás pantallas y de no prestar atención a la tele. Por otro lado, los consumidores se han acostumbrado a otras experiencias y empiezan a tener mucha menos paciencia con los anuncios.
Tras descubrir el streaming y el poder ver los contenidos sin pausas publicitarias, su ventana de tolerancia a los anuncios en televisión es cada vez más baja. Puede que hace unos años los anuncios fuesen odiados, pero tolerados como algo de lo que no se podía escapar. Ahora son simplemente vistos como uno más de los ejemplos de por qué ver la tele ha dejado de ser cool.
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