
La crisis de la televisión tradicional está siendo más rápida de lo que se pensaba
Por Redacción - 12 Noviembre 2018
Tras décadas de dominar en el mercado de los medios y de ser la gran ganadora en lo que a la industria de la comunicación se refiere, la televisión ha empezado a perder brillo. Puede que hace unos años - e incluso unos meses - en Europa aún se apuntase que la crisis de la tele no era cosa nuestra y que los datos que llegaban desde Estados Unidos no tenían un equivalente a este lado del Atlántico. Sin embargo, los últimos estudios y los últimos análisis dejan claro que la crisis de la tele ha llegado ya a todas partes.
Pero el problema para la televisión y para el modo de acceder a esos contenidos de forma tradicional no está solo en que hayan entrado en una crisis, sino también en que se la crisis es mucho más grave y mucho más complicada de lo que se estaba pensando.
La televisión pierde audiencia y pierde fuelle y lo hace, por mucho que les pese a los gigantes de esta industria, mucho más rápido de lo que se pensaba. Los datos que llegan desde Estados Unidos así lo demuestran. El último trimestre sobre el que se tienen datos, el tercero de 2018, fue el peor al que han tenido que enfrentarse los proveedores de televisión tradicionales en el país. Es el peor trimestre que han vivido en su historia.
Durante el período, 1,1 millón de hogares cortaron el cable, según un estudio de MoffettNathanson. Es decir, se sumaron a las listas de cortadores de cable que dejan de pagar la televisión (el modo principal para acceder a esos contenidos en EEUU). Los proveedores de televisión por satélite son los que se llevan la peor parte en las bajas.
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