Por Redacción - 17 Septiembre 2021
A la pregunta de qué vemos hoy, lo habitual hasta no hace tanto era la de preguntar qué ponían en la tele. El prime time televisivo marcaba las rutinas de ocio y el momento clave de la serie de moda era, justamente, cuando se estrenaba en pantalla el capítulo. Posiblemente, se acaban de ver demasiados anuncios y se iba con un poco de retraso, pero poco era lo que podías hacer si no querías comerte al día siguiente en el trabajo o en el centro de estudios los spoilers de turno.
Todo esto parece ahora algo un tanto viejo, pero fue la rutina por defecto hasta no hace mucho. Ahora el prime time lleva años en crisis y la agenda la marca el streaming. De hecho, un estudio acaba de confirmar que ya no nos preguntamos qué echan en la tele. Nada más lejos. El cambio cultural ya se ha producido.
La principal conclusión del último estudio Decoding the Default, elaborado por Hub Entertainment Research, es que el streaming es ya por defecto la fuente de acceso a los contenidos. Es decir, los consumidores van primero a lo que tienen bajo demanda cuando deciden sentarse a ver contenidos.
Era algo casi que parecía esperable, pero que el estudio convierte en una verdad incuestionable. Los servicios de streaming ya no son un complemento que nos ofrece contenidos, sino a donde vamos directamente a buscarlos. No pasamos por la tele y no nos cansamos viendo su parrilla.
Así, para más de la mitad de los encuestados lo que ven por defecto en sus teles es un servicio de streaming. Como explican en Advanded Television, en la lista entran servicios VoD como Netflix, AVoD como PlutoTV (que, eso sí, tiene también canales lineales) o servicios como YouTube.
Sea como sea, estos servicios han canibalizado el espacio que durante décadas había sido para la tele y lo hace subiendo y agrandando la diferencia con las cadenas de televisión. En el último estudio, son el 55%, cinco puntos más que en 2020 y 16 puntos más que quienes tienen por defecto la tele.
¿Tiene la televisión de siempre todo perdido? No exactamente, existe una diferencia generacional importante. Entre los consumidores de 18 a 34 años solo 1 de cada 10 va primero a la tele lineal.
Sin embargo, incluso entre aquellos espectadores que tienen la tele como primera opción, esta no es reina. Quienes encienden primero la tele lineal puede que no lo hagan necesariamente por entretenimiento (es la fuente de noticias) y cuando quieren entretenerse las cadenas de televisión compiten con una cada vez mayor variedad de elementos también para esos usuarios.
La conclusión que se puede extraer de todos estos datos, por tanto, es que la televisión tradicional no debería aferrarse al pasado y no debería intentar mantener artificialmente las técnicas y posiciones de hace 5 años.
El mundo ha cambiado, lo ha hecho mucho y su posición de liderazgo ha caído. Deben adaptarse a los consumidores de la era del streaming y a sus nuevos hábitos de acceso a los contenidos. Su rentabilidad futura - y hasta presente - está en juego.