Por Redacción - 18 Septiembre 2023
La radio española ha perdido a uno de sus grandes pilares, un hombre cuya voz resonará eternamente en los corazones de aquellos que tuvieron el privilegio de escucharlo. Pepe Domingo Castaño, un verdadero maestro de la comunicación, nos ha dejado a los 80 años de edad, pero su legado perdurará en la historia de la radio y la publicidad como un faro de ingenio y autenticidad.
Pepe Domingo Castaño no solo fue un locutor excepcional, sino un verdadero apasionado de las ondas. Para él, la radio no era simplemente un trabajo, sino una forma de vida. Su voz cálida y serena se convirtió en un sello distintivo que atrajo a generaciones de oyentes. Su amor por la radio se remonta a sus días de infancia en la plazuela de su pueblo natal, Padrón, donde el sonido de la radio era "el sonido de la vida". Desde ese momento, supo que su destino estaba ligado a las ondas radiofónicas.
Sin embargo, el camino de Pepe hacia la radio no fue directo. Sus primeros pasos lo llevaron por senderos inesperados, incluyendo la tentación de convertirse en fraile, una elección que finalmente abandonó. La radio llegó después de experiencias como profesor de latín y trabajador en una empresa de pieles y curtidos. En 1965, debutó en Radio Galicia, marcando el comienzo de una carrera que abarcaría seis décadas.
Uno de los aspectos más notables de la vida y carrera de Pepe fue su capacidad para reinventarse. En sus inicios, fue parte de la revolución de la radio musical, trabajando en programas como el Gran Musical y 40 Principales. Su voz melodiosa lo llevó a convertirse en un fenómeno en México, donde su canción "Motivos" lo catapultó al estrellato. A pesar de su éxito en la música, Pepe sabía que su verdadera pasión residía en la comunicación.
Fue en la radio deportiva donde Pepe Domingo Castaño dejó una huella imborrable. Su tiempo en Carrusel Deportivo junto a Antonio Martín Valbuena marcó un antes y un después en la radio deportiva española. Pero su mayor éxito llegó cuando un joven Paco González se unió a él en los micrófonos. Juntos, formaron un binomio inquebrantable que conquistó a la audiencia con su humor, cercanía y estilo único.
Su legado en la radio no se limita a la comunicación, sino que también se extiende a la publicidad. Sus anuncios eran ingeniosos, auténticos y memorables. Ya no se trataba solo de vender un producto, sino de contar una historia que conectaba con la audiencia. Su marca registrada al maridar la publicidad dentro del fútbol se convirtió en un clásico, y sus cuñas publicitarias eran tan esperadas como el contenido principal.
Pepe Domingo Castaño cambió la forma en que se hacía publicidad en la radio, convirtiéndola en una experiencia emocional para la audiencia. Su influencia en el mundo de la publicidad perdurará como un referente de autenticidad y creatividad.
Pero Pepe no se detuvo allí. Tras su exitosa etapa en la Cadena SER, dio el salto a la COPE, donde continuó desplegando su talento y autenticidad. Sus eslóganes y letras publicitarias, a menudo concebidas en la ducha o en el estudio, marcaban el ritmo de programas emblemáticos como Tiempo de Juego. Su energía y estilo eficaz, divertido y diferente lo convirtieron en un líder indiscutible de los programas deportivos de fin de semana.
“¡Hola, hola! ¿Qué tal?”, "¡Pepe, un purito!", “Un placer de este mundo: pipas Facundo”, fueron algunos de los eslóganes más populares y reconocidos que Pepe Domingo Castaño utilizó en sus cuñas publicitarias son.Eran conocidas por su creatividad y autenticidad, y se convirtieron en parte integral de la experiencia radiofónica para muchos oyentes. Su estilo único de hacer publicidad contribuyó significativamente a su éxito y dejó una marca indeleble en la industria de la radio en España.
Hoy, los amantes de la radio y los programas deportivos están de luto radiofónico. Pepe Domingo Castaño deja un reguero de respeto y aprendizaje, pero su estilo inimitable es difícilmente reproducible sin sonar a copia barata. La radio ha evolucionado, pero su fórmula de éxito del siglo XX sigue siendo insuperable.
En resumen, Pepe Domingo Castaño fue más que un locutor; fue un comunicador apasionado, un revolucionario de la publicidad en la radio y un icono de la radio deportiva española. Su voz perdurará en la memoria colectiva como un recordatorio de la importancia de la autenticidad y la pasión en la comunicación. Descansa en paz, maestro de la radio, y gracias por cambiar la forma en que escuchamos y experimentamos la radio. Tu legado perdurará por siempre en las ondas.