Por Redacción - 5 Septiembre 2019
Una de las cosas que te comentaban en la facultad cuando estudiabas Periodismo algo más de una década atrás era que la radio tenía un serio problema. Las audiencias masivas de décadas atrás ya no existían y los éxitos de audiencia radiofónicos llegaban a masas de público limitadas. Ese no era, sin embargo, el principal problema de la radio en lo que a audiencias se refería. El principal problema estaba en que la radio no estaba mostrando un recambio generacional. Quienes escuchaban la radio de forma recurrente eran grupos de población de cierta edad y los jóvenes pasaban de ese tipo de contenido. Lo hacían por culpa de la televisión primero y de la red después.
La radio tradicional estaba, por tanto, en un momento complicadísimo. Tanto, de hecho, que la radio tendría que haber sido el primer apagón analógico de los medios de comunicación, pero se quedó en fiasco porque las radios sentían que no merecía la pena y también porque temían una mayor fragmentación de audiencias. En 2011, la industria tenía que contar con un plan para su salto a lo digital, pero desde entonces hasta hoy parece que no ha habido grandes cambios en ese terreno.
Eso no quiere decir que la radio no haya cambiado. Lo ha hecho. El medio que estaba en una profunda crisis década y algo más atrás se encuentra ahora en una situación nueva y sorprendente. Está en una especie de nueva juventud, de revival.
Los podcasts se han convertido en un mercado al alza, que ha dejado de ser algo de nicho y que se ha convertido en algo de consumo cada vez más generalizado. El éxito de algunos podcasts influyentes y el impacto que han tenido los smartphones y la alta capacidad de internet móvil han ayudado a posicionar este tipo de contenidos y a hacerlos más habituales en los hábitos de consumo de los ciudadanos.
Las previsiones a futuro sobre hacia dónde irá el mercado del podcast, al que cada vez se están sumando más y más players (Apple uno de los últimos que se ha posicionado en el contenido exclusivo y propio), hablan de contenidos exclusivos en las diferentes plataformas y también de personalizados, como apuntan en un análisis en el Financial Times. Y por supuesto todo este crecimiento se traduce en más ingresos. Las proyecciones apuntan a que la cantidad de dinero que los anunciantes invertirán en los podcasts será cada vez más elevada.
Pero los podcasts, podcasts son. Se podría decir que son una manera de acceder a los contenidos radiofónicos, pero se hace del mismo modo que ocurre con los contenidos bajo demanda de las plataformas de VoD. ¿Qué ocurre con la radio de siempre?
Para ella también han cambiado las cosas. Internet ha creado nuevas oportunidades para llegar a nuevos oyentes y también ha modificado los hábitos de los oyentes/consumidores. Cada vez, son más quienes escuchan la radio en la red. En España, un 46,2% de los internautas españoles ya escucha la radio en internet, al menos según los datos de la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC). Un 35% de los oyentes generales de la radio escucha contenidos en directo y un 30% se queda con contenidos en diferido (podcast).
Los oyentes de radio online usan sus smartphones para acceder a los contenidos, algo similar a lo que ocurre con los podcasts y con otro tipo de contenidos de voz.
Aunque los audiolibros no son radio online, su creciente presencia en los hábitos de consumo de libros de los españoles puede ayudar a comprender cómo está cambiando la relación de los consumidores con la palabra leída. Un estudio de Storytel, una de las plataformas de audiobooks que operan en España, señalaba no hace mucho que los usuarios de audiobooks consumen más libros de media desde que empezaron a escuchar audiolibros. Como señalaban en las conclusiones del estudio, "los usuarios de audiolibros afirman leer muchos libros". El último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, de la Federación de Gremios de Editores de España, era otro de los elementos que confirmaba que los españoles estaban cada vez más familiarizados con el audiolibro, algo que demostraba claramente que se habían hecho al nuevo formato de consumir contenido de audio.
Los oyentes incorporan, volviendo a los datos del estudio de Storytel, estos contenidos a los que eran momentos muertos. Un 62,02% escucha audiobooks de camino al trabajo, un 54,47% haciendo ejercicio, un 49,04% viajando y un 40,38% mientras limpian su casa.
Y el pico de interés por este tipo de contenidos se puede ver en el creciente movimiento que las editoriales realizan en este terreno. "En este último año, la oferta de audiolibros en español ha crecido en un 50%", explicaba en las conclusiones del estudio Álex Gibelalde, Country Manager en España de Storytel. El lanzamiento de la última novela de E.L. James, la autora superventas de las Cincuenta sombras, por ejemplo, se realizó ya por Penguin Random House en simultáneo en libro (impreso e ebook) y en audiolibro.