Tenemos que cerrar el debate ya. La radio es un producto, basado en contenidos sonoros, que se transmite por cualquier canal y se recibe en cualquier dispositivo. Veo cada día ejemplos que nos demuestran la vitalidad del medio radio y que nos enseñan un camino a recorrer siempre y cuando partamos de esa base. Es decir, la radio no es solo el medio que transmitimos a través de emisores de FM, AM, DAB, DRM, o cualquier otra tecnología que permita su difusión por las ondas hertzianas. Ni mucho menos. Por eso me ha gustado tanto el recorrido que ha realizado Adam Carolla, un showman que hace un año y medio vió como clausuraban su programa en la emisora franquiciada por CBS en Los Ángeles.
Carolla no dudó un segundo en seguir haciendo radio; aunque careciera de una estructura empresarial que le diera el soporte técnico tradicional. Su reflexión le llevó a pensar que hoy ya no es necesario contar con una red de emisoras, con unos postes que difundan la señal, para que el producto llegue a los oyentes. Y así fue. El 23 de febrero de 2009 lanzó su primer podcast. Un auténtico programa de auténtica radio. En su tercera semana ya había sido descargado 250.000 veces en Itunes desde Estados Unidos y Canadá. En poco tiempo ya tenía más de dos millones y medio de oyentes y, por tanto, se había convertido en un soporte comercial de gran atractivo.
Si somos estrictamente sinceros hemos de añadir que Adam Carolla era ya un personaje de gran relevancia; un comunicador reconocido que contaba con una multitud de seguidores. Pero aún así, esta circunstancia, no venía más que a probar la capacidad que en esta nueva era tienen las personas – convertidas en auténticas marcas – frente a las corporaciones. Todos podríamos imaginar qué ocurriría con cualquier gran comunicador de los que dirigen los grandes programas que se emiten en cualquier país como el nuestro si hicieran el mismo ejercicio. Seguro que se llevarían también a masas importantes de oyentes que pasarían a escucharlos en su Iphone, en su teléfono móvil o su radio Wifi. Adam Carolla consiguió oyentes y rentabilidad económica. Es decir un modelo de producto y un modelo de negocio ambos sostenibles.
Por todo ello debemos pensar que la radio no solo sigue viva, sino que tiene más vitalidad que nunca. Su portabilidad y su capacidad de ser escuchada sin que tengamos que monopolizar nuestra atención en lo que llega a nuestros oídos, son los dos factores claves que harán de la radio un medio de futuro. Mientras la prensa escrita trata de encontrar su nuevo perfil, diseñando el nuevo formato de producto para el escenario