¿Y si se muere Internet? ¿Cómo sería la vida para aquellos que son nativos digitales y que no conocen otro proceso que no sea el de tener contacto en
línea con otros pares ni obtener cualquier dato que necesitan con sólo indicarle a la máquina una serie de comandos? Volveríamos en el tiempo unos 15
años atrás, aproximadamente, que es cuando Internet apareció en forma general, para luego unos años más tarde volverse masiva (teniendo en cuenta que
sólo el 30% de la población mundial posee acceso a Internet).La noticia de la detención de Kim "Dotcom" Schmitz de Megaupload (si alguien buscaba
ejemplos de renombre de marca, en un día el sitio de descargas logró lo que ninguna otra marca en el mundo pudo hasta el momento) y las puestas en
marcha de las leyes estadounidenses SOPA y PIPA (en este momento frenadas) pusieron en jaque a la comunidad mundial. Creemos un poco de ficción (el
ocaso de Internet sería casi una ilusión) y hagamos de cuenta que Google, Facebook, Wikipedia, Twitter o Youtube no son más que palabras inteligibles
de origen anglo.
- En vez de mandar mails, ya sea por cuestiones personales o profesionales, volveríamos a usar el correo postal tradicional para escribirle cartas a
seres queridos (incluyendo alguna postal turística), a otros no tan queridos, y también para enviar CV’s. Siguiendo esta línea, las páginas de los
diarios de Ofertas de Trabajo serían numerosas, sobre todo los domingos, a contramano de las escuálidas 2 o 3 carillas que actualmente se imprimen.
- Las discográficas volverían a ser los monstruos que alguna fueron, y nadie se quejaría de que su música se propague por el mundo sin ser comprada
en un formato físico: retornaríamos a las tiendas de discos a revolver y encontrar alguna joya perdida o buscar en las bateas la última novedad. Lo
mismo, los videoclubs también se mantendrían como un negocio potable y el efecto Blockbuster en vez de hundirse, se acrecentaría.
- La información volvería a ser enciclopédica, y para saber algo sobre un tema determinado, tendríamos que ir a las bibliotecas y revolver libros y
más libros.
- Las citas se concretarían en los boliches, como ocurrió siempre hasta hace menos de 20 años… Los encuentros entre solterones y cuarentonas
separadas con hijos no tendrían asidero más que en el cara a cara y ambos tendrían que producirse para salir, ensayar algún que otro paso de baile y
tener bien a mano un léxico que permita que el otro capte algo de su atención. El chat sólo sería una palabra foránea o la versión corta de chato.
- Los diarios serían -como siempre, al día siguiente de los hechos- la principal fuente de información y análisis, y sus ventas se mantendrían e
incluso aumentarían dependiendo de la espectacularidad de alguna noticia. También la TV mantendría rátings altísimos (videoclips sólo disponibles por
canales de música) y las salas de cine se llenarían, aún con el precio de las entradas a un nivel poco asequible.
- ¿Cómo haríamos con el ego? Facebook y otras redes sociales son un culto al egocentrismo y muchas veces se exponen como un circo exhibicionista de
las relaciones sociales "donde la gente necesita que los demás sepan con quién hablas, qué haces, cómo vistes, cómo eres...", tal como comenta la
catalana Raquel Andrés en su libro "Los ángeles no tienen Facebook". Entonces, ¿cuántos "amigos" y también desconocidos que tenemos como "amigos"
sabrían lo que hacemos, pensamos y sentimos? Volveríamos a las relaciones personales y el ego se desinflaría muchísimo, a no ser que uno vaya gritando
por la calle a los cuatro vientos todo lo que escribe en su Estado…
Hay muchas más actividades online que se suplantarían por otras y algunas ni siquiera tendrían reemplazo, como el e-commerce. Sin caer en posiciones
ideológicas, con la ausencia de Internet tal vez no haya tanto egocentrismo, individualismo ni gente con dolor de cervicales. Por el contrario,
disminuiría la democratización de la información a todo nivel y mucho conocimiento estaría entre oculto y disperso.Por ahora, sólo el gordito de
Megaupload es víctima...