Por Redacción - 17 Mayo 2013
“No sólo consiguen ingresos publicitarios y datos de audiencia, sino que logran que sus productos se transformen en marcas mundiales”, afirmó en la Facultad de Derecho de ESADE la Directora de alianzas estratégicas de YouTube, María Farreras
Cada minuto se suben 72 horas de video nuevo a la red. Para poder proteger a los titulares de los derechos de los contenidos, YouTube ha creado “Content ID”, un sistema innovador de identificación de vídeos con diversos niveles y ámbitos de protección, que además permite al propietario del copyright descubrir nuevos modelos de negocio y aumentar sus ingresos. “Me atrevería a decir que el 100% de la industria musical utiliza esta herramienta para controlar, gestionar y sacar partido del uso de sus contenidos”, afirmó ayer en la facultad de Derecho de ESADE la directora de alianzas estratégicas de YouTube, María Farreras.
Además de poder controlar la totalidad de los contenidos que se suben a la plataforma y decidir qué tipo de protección se quiere aplicar en cada caso —ya sea una escena de una película o un video casero con una canción de un grupo de música–, las productoras musicales y audiovisuales han abierto la puerta a nuevo modelos de negocio. Así, según Farreras: “en lugar de oponerse a que sus videos estuvieran en YouTube, han entendido el contexto actual digital, han abrazado este modelo y se ha convertido en una de las líneas de negocio más importantes para ellas”.
Mayor rentabilidad y internacionalización
Los beneficios que las empresas generan de estas nuevas oportunidades se materializan de distintas formas, tanto directa como indirectamente. La más tangible de ellas es el aumento de los ingresos en sus cuentas de explotación a través de la publicidad que se introduce en los videos, pero también existen otras más indirectas relacionadas con el marketing. Los contenidos que se suben a YouTube permiten a las productoras llegar a mercados muy distintos a nivel mundial que de otra forma a lo mejor no hubiera sido posible.
“Además, el sistema también les permite tener detalles de la audiencia que antes no tenían y utilizar esos datos para justificar, por ejemplo, delante de un productor coreano una posible adaptación allí”, añade Farreras comentado el caso del popular formato de televisión X Factor. De este modo, las estadísticas que genera el “Content ID” y los datos obtenidos de visualización de videos pueden justificar la proyección de venta de un formato —película, programa de televisión, etc— en un mercado determinado y favorecer la internacionalización de las empresas y sus contenidos.
Control preventivo y retroactivo
Esta herramienta permite controlar los videos de forma preventiva y retroactiva. Por una parte, una vez entregado un archivo original para que el programa lo integre, es capaz de rastrear todos los videos subidos e identificar aquellos que utilicen parte o la totalidad del contenido del mismo para que el propietario de los derechos decida qué hacer con él. Pero también funciona de manera preventiva, “hay videos que sólo llegar a estar alojados algunos segundos en la web”, afirma Farreras ya que el sistema lo detecta con rapidez y los bloquea.
Existen además distintos niveles de protección que las propietarios de derechos pueden escoger: bloquear totalmente el contenido, trackearlo, monitorizarlo —dejar que el contenido esté alojado hasta decidir qué hacer con él — o también rentabilizarlo —acordar que el video se mantenga en YouTube pero ser beneficiario del dinero que se genere de la publicidad—.
“Fenómeno fan”
Los primeros a subirse al carro y aprovecharse del “fenómeno fan” fueron las empresas de la industria musical. Según explica Farreras, “supieron entender como funciona el ecosistema actual y saber sacar partido de ello”. Tras ellas, llegaron las productoras audiovisuales. En concreto, explica la experta, la BBC fue de las primeras que se sumó a la utilización del sistema con el famoso programa TOP Gear. El canal británico utilizó los datos estadísticos de visualizaciones de YouTube y estudió qué partes de programa se subían más a la red para así modificar la estrategia editorial y darle un nuevo giro.
Otro claro ejemplo de éxito fue el de la serie americana Homeland, ficción que ya es todo un éxito a nivel mundial. La productora, Showtime, decidió lanzar la premiere del primer episodio en YouTube, tras ello, la serie obtuvo el mejor estreno que nunca había tenido una televisión de pago con más de un millón de espectadores. Todos estos ejemplos que rodean la temática fueron abordados ayer en la quinta sesión del Foro IP&IT sobre propiedad intelectual y sociedad de la información organizado por la facultad de Derecho de ESADE.