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Canon AEDE: El culebrón del verano que avergüenza al resto del mundo

El verano en el que cambiaron las reglas del juego en internet
Periodista especializada en marketing, tecnología y cultura. Como escritora, autora...

Si se coge cualquier periódico de principios del siglo XX publicado en España, se verán un par de cosas. La primera es que algunos artículos llevan, además de la firma, una advertencia en mayúsculas y negrita señalando que está prohibida su reproducción, por si a alguien se le ocurriese copiar el texto. La segunda es que muchas de las noticias empiezan con un "según publican nuestros compañeros de" y el nombre de cualquier otro periódico. Copiar estaba a la orden del día. Si se coge cualquiera de las grandes cabeceras españolas en su versión online en el comienzo del siglo XXI, no es tan difícil encontrar algo que recuerde poderosamente a ello. No es difícil encontrar noticias que han sido publicadas en otros medios acompañadas, en algún momento, por el "como publica" y el nombre de otro medio.

Igualmente, si se coge cualquier periódico de un poco más entrado el siglo XX (no hay que irse muy lejos: solo con fijarse en las noticias de los años 20 o 30 es más que suficiente), para encontrar noticias de reuniones de editores para analizar cómo les afectará el boom de la radio. Tampoco es muy complicado encontrar paralelismos con lo que está ocurriendo en los últimos años con las nuevas tecnologías y como estas cambian las pautas de consumo de medios. Es decir, la historia - más o menos - se repite y, cada vez que aparece un nuevo medio de comunicación o una innovación, los responsables de la anterior dominante se preguntan cómo afectará a su negocio y, sobre todo, qué pueden hacer para que el daño sea menor. Mientras quienes han apostado por la novedad deben esforzarse el doble por hacer ver que se está produciendo un cambio de rumbo y que no sirve de nada quedarse estancados en el pasado.

La radio consiguió triunfar. Y el cine, y la televisión, e incluso las cintas de VHS. Todos ellos fueron acusados en su momento de estar matando a algún medio de comunicación y de ser un jugador desleal. Internet conseguirá triunfar (si es que no se puede decir que lo ha hecho ya), aunque también está siendo acusada de muchas cosas por sus más tradicionales competidores. Pero mientras la radio, el cine, la televisión y hasta las cintas de VHS fueron criticadas, internet ha conseguido algo más: la legislación está tomando cartas en el asunto para proteger a los anteriores dominantes.

Este verano se ha aprobado el llamado Canon AEDE o "tasa Google", una normativa que obligará - resumiendo - a pagar un canon por enlazar a los medios de comunicación asociados en AEDE (la organización de medios de comunicación de España aunque ni todos los medios de comunicación de España están en la misma ni todos los medios existentes están de acuerdo con la medida). La normativa nació como una respuesta a las críticas de los responsables de los medios de comunicación contra servicios como Google News, a los que acusan de competencia desleal, pero ha tenido un impacto mucho mayor y se ha conseguido un alcance que va mucho más allá de eso. De hecho, y de forma bastante paradójica, la tasa Google choca con una de las características fundamentales de internet: el hipervínculo. Enlazar contenidos es una de las cosas que ha hecho que la red sea lo que es, ya que permite obtener más información o dirigir al lector para seguir averiguando más sobre un tema concreto, además de por supuesto atribuir fuentes. Pagar por enlazar es, a los ojos de los nativos de internet, como obligar a pagar por la esencia de la red.

¿Cuál es el origen de todo esto?

¿Está en Google News el origen de las protestas o está en el propio nacimiento de internet? A lo largo de los últimos siglos, ser el dueño de un periódico (de papel, por supuesto) daba cierta situación de poder. Los medios de comunicación eran limitados: para saber algo había que recurrir al periódico e, incluso cuando la televisión y la radio hicieron acto de presencia, un periódico era la fuente en la que se accedía a la información de peso y sobre todo al análisis detallado. Cuando en los años 90 apareció internet como un elemento de consumo de información, las noticias pasaron de estar solo en las fuentes tradicionales a saltar a prácticamente soportes infinitos. Además, nacieron medios de comunicación alternativos y pensados únicamente para la red.

Los grandes medios de comunicación no siempre estuvieron despiertos a la hora de dar el salto a la red, que durante mucho tiempo se vio como un juguete o como un espacio poco serio. Internet no iba a acabar con los medios, puesto que era un lugar para los frikis de la red. Error. La exclusiva es una novela de Annalena McAfee, una reputada periodista británica, sobre una joven periodista de los años 90 que consigue la exclusiva del siglo. La novela es sobre todo un texto sobre la ética, los tabloides y las viejas glorias pero, curiosamente, en segundo o casi tercer plano aparece la historia de la conversión del viejo periódico de papel para el que trabaja la protagonista a la era de internet. Estamos en 1997. "Es solo para adolescentes granujientos", dice uno de los personajes sobre internet a la responsable del naciente sitio en internet del periódico. "Te equivocas", responde la responsable, "es el futuro", aunque por supuesto nadie la cree ("es lo que solían decir de los monos plateados unisex").

Llegasen tarde o no, lo cierto es que internet era un terreno de juego completamente diferente para los medios de comunicación tradicionales. Allí tenían que competir en casi igualdad de condiciones con los medios de comunicación que habían nacido al calor de la red. Lo importante era entender cómo funcionaba internet y, quizás no tan sorprendentemente, los medios de comunicación de siempre no lo sabían.

El éxito de internet hizo, además, que el consumo de noticias en los medios tradicionales cayese. Leer el periódico ya no era tan importante cuando se tiene internet para acceder a la información (especialmente cuando el periódico no es más que una recopilación de noticias que ya están más que caducadas en los tiempos de la red, porque esa actualidad ya pudo ser leída en las versiones online horas y horas atrás) pero las versiones online de los medios de comunicación no consiguieron cubrir, en términos económicos, lo que las versiones en papel estaban dejando atrás. Los anuncios en internet son muchísimo más baratos que en las ediciones en papel y, además, acceder a la versión online no cuesta nada.

Google News y otras herramientas

Pero además internet ha traído herramientas y servicios que no existían anteriormente, como pueden ser los agregadores. Para muchos internautas, la actualidad es lo que está en portada de sites como, por ejemplo, Menéame, en el que los usuarios votan las noticias más relevantes y las mandan a portada. Estar en portada de Menéame puede generar una avalancha de visitas en el site que lo consigue (de hecho, todo medio de comunicación quiere, en realidad, estar en portada de Menéame), aunque no se puede hacer mucho realmente para ello ya que la comunidad funciona con unas reglas internas e impide lo que llaman spam (es decir, que un medio llene con sus links la portada). Para otros, Google es la puerta de entrada a la información y las noticias les llegan vía Google Noticias, un buscador especializado en noticias que ordena los temas de actualidad y permite acceder a las últimas actualizaciones. Y aquí, por cierto, entrar en el club de medios que están en Google Noticias es tan complicado como llegar a portada de Menéame.

Todas estas herramientas tienen un impacto en los medios que referencian. Menéame, por ejemplo, supuso para los 5 medios más enlazados y solo durante enero de 2014 1.850.000 visitas, según datos del propio agregador. Tras el comienzo de la polémica y los primeros pasos para tramitar la ley, en febrero, los usuarios de Menéame se lanzaron a un boicot (que se mantiene) y que ha hecho que ninguna noticias de los medios de comunicación de AEDE llegase a portada. Solo en un par de semanas de febrero, los medios de la asociación habrían perdido 500.000 visitas por su desaparición del agregador.

De Google Noticias no ha desaparecido, aunque ellos fueron uno de los principales objetivos de la normativa y una de las principales quejas de los editores de medios tradicionales. Desde su fundación en 2006, los medios lo han acusado de suponer una competencia desleal, ya que - según algunos de sus directivos - permiten acceder no solo al titular sino también al comienzo de la noticia sin que eso suponga ningún beneficio para los medios. Es decir, los usuarios van a Google News y se enteran de qué ocurre, pero eso no reporta ningún beneficio para los medios. Desde Google han recordado en múltiples ocasiones que la inclusión o no en Google Noticias es opcional (los medios deben darse de alta en el servicio y siempre pueden evitar aparecer diciendo al robot de Google que no los indexe) y además han señalado que es un servicio libre de anuncios (que, en teoría, no reporta ningún beneficio).

"La idea es que los lectores estén el menor tiempo posible en Google Noticias y se dirijan a las webs de los editores. Para leer artículos completos, los usuarios tienen que pinchar sobre el enlace de la noticia para dirigirse al sitio web del editor", explicaba en un post en el blog de Google España Luis Collado, Director de Alianzas Estratégicas para Google Noticias. "De hecho, todos los meses Google envía más de 10 mil millones de visitas a editores de noticias de todo el mundo", añadía.

Pero aún así Google News ha sido uno de los principales caballos de batalla en el mundo de los medios de comunicación en la red en los últimos años y, a pesar de los diferentes esfuerzos de lobby de los medios de comunicación, por ahora las cosas no fueron favorables a los medios. En Alemania, se renovó la ley de propiedad intelectual para que Google tuviese que pagar a los medios por referenciarlos. Google dejó por tanto de indexarlos (los medios tenían que confirmar que querían seguir estando allí aceptando las normas de Google) pero los medios acabaron rechazando los derechos adquiridos vía esa nueva ley para poder volver a estar en Google News. En Brasil, el 90% de los periódicos del país decidieron abandonar la edición local de Google News. El resultado fue que perdieron una cantidad estimable de audiencia. Francia, sin embargo, sí consiguió que Google bajase las orejas: el buscador abonó 60 millones de euros tras un tira y afloja sobre si debía o no pagar por Google News, aunque el dinero no fue a manos de los medios de comunicación. Se destinó a financiar proyectos para el desarrollo de internet.

¿Y en qué consiste el canon AEDE?

La ley española es mucho más ambigua y confusa que las leyes de estos países, así que saber lo que va a ocurrir en España teniendo en cuenta lo que sucedió en esos otros países no es sencillo. La norma, que aún tiene que pasar por el Senado para ser aprobada de forma definitiva, afecta a internet de forma más generalizada aunque, como el Gobierno explicaba en una nota de prensa a finales de julio, "las redes sociales no son objeto de esta medida, tal y como algunas partes interesadas están informando en estos días" ya que los usuarios de internet no son considerados parte que deba pagar por enlazar noticias.

El derecho es irrenunciable, lo que supone además que simplemente por aparecer en esos agregadores de noticias sus responsables tendrán que pagar por ellos, aunque sean medios en Creative Commons o medios que están opuestos a la normativa. De hecho, la Asociación Española de Editoriales de Publicaciones Periódicas (AEEPP) ya ha pedido a Competencia que investigue la normativa ya que "considera que pagar por enlazar o por ofrecer fragmentos es obstaculizar al desarrollo de internet". La propia Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) ya se había mostrado completamente contraria a la tasa Google ya que señalaba que era cuestionable que "exista una competencia directa de los agregadores de noticias respecto a las webs de información y que sea necesaria una contraprestación económica". Al final, señalaban, los perjudicados serían los consumidores.

La respuesta de las partes

¿Qué van a hacer los afectados? El verano los ha dejado un poco en stand-by, al igual que el hecho de que la norma aún tenga que pasar un nuevo filtro (aunque raro sería que no lo pasase). Las principales quinielas apuntan a que Google cerrará Google Noticias en España, ya que el servicio no da ningún beneficio económico real. Pero Google podría no ser la única en tomar ciertas medidas o manifestar su descontento.

Entre quienes han mostrado su disconformidad con la normativa está también IAB, la asociación española de anunciantes en internet, que también se ha visto salpicada por la normativa ya que tendrán que bloquear la venta de publicidad en las webs infractoras de la normativa de propiedad intelectual. "Únicamente se penaliza al anunciante con nuevas obligaciones y sancionando su falta de colaboración, cuando estos nada tienen que ver con la actividad del sitio web infractor y simplemente van a ver como sus clientes cambian a proveedores de servicios de publicidad extranjeros, a los que la reforma no afecta", apuntaba en un comunicado Paula Ortiz, Directora Jurídica de IAB. También se han mostrado totalmente contrarios al canon y a la desaparición del derecho de cita.

Pero los daños colaterales de la normativa podrían ir más allá. "No creo que nos obligue a cerrar pero como mínimo, si acabamos teniendo que pagar y no es una cantidad simbólica, tendremos que irnos del país", explica en una entrevista en CuartoPoder Ricardo Galli, el responsable de Menéame. "Van específicamente a por Google y esa era la idea original, pensando que le podían sacar varios millones", destacaba poco antes, sobre las razones por las que ha nacido esta norma (y recordando que a Menéame no podrían sacarle esa cantidad). "Fueron contra ellos pero la norma está tan mal pensada, diseñada y redactada que nos afecta a todos". Además, y como destaca Galli, la norma ha metido en el debate algo que hasta ahora nadie había cuestionado en términos de derechos de la propiedad intelectual (y que, por otra parte, garantiza muchas cosas en el periodismo y en la libertad de expresión). "En los 300 años de historia de los derechos de autor, nunca se discutió el derecho a cita", acusa.

Críticas internacionales

Por supuesto, el canon también ha despertado muchas críticas entre los internautas españoles y entre las asociaciones que representan sus intereses. "Sabemos que el futuro es digital y por eso tenemos que darnos al menos la oportunidad de escucharnos unos a otros antes de fijar posiciones en temas tan relevantes para nuestro país como los que plantea esta reforma", señalan desde la Asociación de Internautas en uno de los últimos comunicados que acaban de publicar en su web y en el que invitan al debate sobre la ley.

Pero las críticas no han llegado únicamente desde dentro: durante las últimas semanas, los diferentes medios de comunicación internacionales, desde las grandes cabeceras consagradas hasta las publicaciones que marcan tendencia online, han ido criticando el proyecto de ley y lo que significa. BoingBoing reproducía un artículo de Eldiario.es para demostrar lo ridículo de la norma y el muy leído BusinessInsider acusaba a la norma directamente de ser una locura. "Suena a locura: Google News, que enlista los principales titulares sobre un tema con una línea de cada noticia, es genial para los editores porque lleva a un montón de lectores a sus sites", defendían.

No eran los únicos. Los análisis sorprendidos y críticos también están en Quarz, que destaca que nadie entiende muy bien cómo funciona la ley; en The Wall Street Journal, que también se queda con lo poco que se entiende la norma (y con el aluvión de críticas que ha generado); o en The Guardian, que sigue la misma estela.

Los titulares son solo unos cuantos ejemplos del torbellino de noticias que el Canon AEDE ha despertado fuera de las fronteras españolas, aunque la tónica es más o menos siempre la misma. Desde fuera es incluso más complicado entender qué es lo que busca exactamente la ley: es decir, ¿qué bien pueden intentar conseguir para internet con una norma que perjudica una de las características fundamentales de la red?

Recaudación millonaria

Las críticas van por tanto muy en línea con lo que han ido publicando los medios online españoles (aunque, eso sí, con un cierto apagón informativo en los medios de comunicación tradicionales) y recogen también las cifras económicas que se han ido manejando para dar un contexto (nuevo) a la norma. Según The Wall Street Journal, el canon AEDE permitirá recaudar unos 80 millones de euros asociados a los gravámenes impuestos por la norma. Las cifras serían, es posible asumir, lo que Cedro, la entidad encargada de la recaudación (el equivalente a la SGAE en el mundo editorial), podría hacer con los pagos asociados a la tasa.

Según un informe de la consultora Afi para la Coalición Pro Internet (contrarios al proyecto), el canon tendría un impacto negativo de 1.133 millones de euros para los internautas españoles. Las cifras están basadas en el tiempo que los usuarios invertirán a mayores en encontrar lo que buscan y en lo que a los medios les costará ahora posicionarse.

El final del culebrón, en septiembre

La normativa llegará al Senado a principios de septiembre. La votación en el Senado del Canon AEDE será, en principio, después al menos del próximo 8 de septiembre (que es cuando la Asociación de Internautas ha convocado su debate). Sería sorprendente que la norma no pasase ese último filtro, aunque - por otra parte - aún está por ver lo que va a decir Europa sobre la normativa y su legalidad dentro del marco legislativo comunitario.

El derecho al enlace es algo que Europa ha reconocido. Una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea señalaba que enlazar contenidos es completamente legal (y fue una sentencia en el marco de un juicio por piratería), así que la norma española podría chocar por completo con la jurisprudencia europea. Dado que el Congreso aprobó el proyecto a finales de julio y que las instituciones europeas se toman vacaciones durante el mes de agosto, aún puede ser que Europa se sume a las voces críticas contra la tasa Google.

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