Por Redacción - 2 Octubre 2014
Google se resiste a ceder ante las exigencias de los diarios alemanes. Para ello, ha lanzado un órdago a estos medios, indicándoles que, aquellos que no acepten voluntariamente que sus contenidos sean indexados, de forma libre y gratuita por el buscador, simplemente serán eliminados de los resultados de búsqueda.
En su batalla por generar ingresos a partir de su contenido, los editores alemanes tienen claro que Google debe pasar por caja, si quiere utilizar su valiosa información.
La ley aprobada por el parlamento germano en marzo de 2013 expresaba claramente la obligación a Google de pagar una cantidad todavía no estipulada a aquellos medios cuyos contenidos incluyera en los resultados de búsqueda. Dicha ley tenía ciertas lagunas, entre las que figuraba la posibilidad de indexar "extractos mínimos" de texto. Una brecha a la que Google se acogió para justificar la aparición de los snippets junto a los titulares del contenido.
Sin embargo, el gobierno alemán se ha mostrado implacable y, como respuesta, Google ha decidido mantenerse firme, y eliminar dicho "contenido protegido", tanto en formato texto como fotos. Por tanto, su decisión, aplicable desde el 9 de octubre, es la de registrar únicamente el titular del artículo, junto con el enlace a la página, según afirma el diario El Mundo.
Lejos de sentirse en la obligación de pagar por incluir su contenido dentro de los resultados de búsqueda, Google defiende su papel a la hora de derivar tráfico a estos medios. Prueba de ello es el caso similar vivido en Bélgica, donde, tras retirar los contenidos de los medios de los resultados de búsqueda, los editores belgas pidieron la reinclusión en las páginas de Google.
Definitivamente, cobrar a Google no es la solución para sacar a flote a los editores. Europa entera está revolucionada a causa de las distintas versiones de la denominada popularmente "tasa Google". El último ejemplo es el de Alemania, pero al menos otorga a los medios la potestad para elegir si quieren que el buscador indexe gratuitamente sus comentarios o no. En el caso de España, el Canon AEDE indica claramente que este derecho sería irrenunciable.