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Por Redacción - 21 Marzo 2016
¿Por qué comentamos una noticia y por qué nos manifestamos sobre un tema? Posiblemente haya tantas respuestas a esta pregunta como comentarios y comentaristas existen. Los periodistas suelen comentar que los internautas no comentan la noticia porque la hayan leído, sino que muchas veces entran simplemente al trapo a partir del titular, algo que ocurre de forma recurrente en las redes sociales. Los responsables de hoteles y restaurantes suman que los consumidores usan los comentarios como pequeña venganza (cuando no es su competidor el que está comentando?). Las firmas de telecomunicaciones seguramente vean en los comentarios el modo que tienen los consumidores para hacer presión y conseguir crear las condiciones más favorables para ellos? Lo que sí está claro, sin embargo, es que los comentarios han evolucionado y que las redes sociales han creado nuevos escenarios para ellos y nuevas pautas para los mismos y que las condiciones de cómo se comenta y a quién se han visto modificadas por culpa de ellos.
Ahora los internautas tienen nuevos escenarios para hablar de las cosas, para compartirlas y para generar debates, al tiempo que se han encontrado con nuevas pasarelas para dejar sus opiniones y para comentar lo que está sucediendo. El hecho de que muchos medios incorporen de serie herramientas como los comentarios de Facebook al pie de las noticias hace que sea mucho más fácil que nunca dejar una opinión.
A pesar de todo ello, el quién comenta y el por qué lo hace sigue siendo motivo de análisis y motivo de estudio. ¿Por qué los internautas deciden cruzar la línea y dejar sus propias aportaciones sobre un tema?
El Engaging News Project de la Universidad de Texas está permitiendo saber un poco más y mejor quiénes comentan y por qué lo hacen, al menos en lo que respecta a los medios en internet. Según los datos del estudio, que publica NiemanLab, los internautas dejan comentarios y, sobre todo, leen comentarios cuando acceden a la información. Según sus estadísticas, el 55% de los lectores (sobre una muestra estadounidense) ha dejado algún comentario en alguna ocasión en una noticia online y el 78% ha leído los comentarios de los demás. Eso sí, los comentarios los leen en las noticias, pero no son consumidores de derivados. La mitad de los encuestados asegura no haber leído jamás noticias que parten de los comentarios o haber comentado las noticias en otros escenarios que no sean ellas mismas.
Pero ¿por qué se comentan las noticias y por qué se dejan comentarios en unas y no otras? Los comentaristas lo hacen porque, según ellos, necesitan expresarse. Según los datos del estudio, la principal razón para dejar una opinión es "para expresar una emoción o una opinión", seguida por la de añadir información, corregir datos erróneos o información mal dada y participar en el debate.
Pero lo cierto es que la percepción que tienen los periodistas online y muchos lectores de noticias de que muchas veces los comentarios llegan porque se quiere "contar lo suyo" tiene también mucho de cierta. Como publica Quartz, partiendo de datos del mismo organismo de la universidad tejana, más de la mitad de las personas que dejan comentarios en las noticias dedican tanto tiempo a leer la noticia como a leer/participar en los comentarios y un 20% dedica más tiempo incluso a los comentarios que a la noticia. El "modus operandi", como apuntan los responsables del estudio, es el de leer rápidamente la historia, quedarse con los datos clave y lanzarse rápidamente a comentar.
La idea de que muchas veces se comenta sin saber qué es lo que realmente ese contenido está contando es bastante cierta. Según los datos del estudio no son pocos los que comentan partiendo simplemente del titular y sobre todo no son pocos los que lo hacen en Facebook. Ven el link, el titular y el mensaje asociado en la página de quien lo comparten y se lanzan a comentarlo sin haber leído realmente lo que se está compartiendo. Lo importante es, en realidad, dar su punto de vista.
Los comentarios son además un arma cada vez más poderosa y una que tiene un efecto más directo sobre cada vez más cosas. Los consumidores han comprendido que sus opiniones pueden modificar la suerte de quienes las reciben y han empezado a emplearlas de forma regula, ya sea para bien o para mal, como recuerdan en un análisis en ABC.
Las diferentes herramientas que permiten realizar comentarios han obligado a las marcas a ser más transparentes y a cuidar de forma más eficiente la calidad de sus servicios y de sus acciones, pero lo cierto es que también les han puesto en situaciones a veces delicadas y les han creado conflictos que no necesariamente tendrían que existir. Los comentarios coordinados o las opiniones no legítimas pueden tener un impacto muy negativo en una marca o en un negocio y pueden lastrar sus resultados, sin que sea tan fácil salir al paso. Al fin y al cabo, como recuerdan en el análisis, engañar a Google no es tan difícil.
Esto ha hecho que no sean pocos los que se pregunten si los comentarios no serán demasiado peligrosos y no deberían estar llamados a desaparecer. Algunos medios de diferentes temáticas y ubicaciones se han convertido en elementos de referencia en la publicación sin comentarios. La agencia Reuters, por ejemplo, eliminó ya hace algún tiempo los comentarios, señalando que ellos no eran el tipo de medio en el que se debían hacer comentarios y que no era el tipo de formato que buscaban. No fueron los únicos, aunque algunos otros ejemplos tuvieron que acabar dando marcha atrás. Ocurrió con The Verge, un popular medio de tecnología que eliminó los comentarios y luego los recuperó porque los comentarios eran, en realidad, una gran fuente de tráfico.
El comentario garantiza engagement, garantiza actividad y hace que la percepción de quien los permite sea mucho más transparente. Acabarlos puede limitar el alcance de algunos problemas, como los trolls, aunque en realidad no soluciona nada de forma definitiva porque los comentaristas solo tienen que migrar a otros pastos.
Otro de los grandes puntos que todo el mundo quiere resolver es identificar a quién comenta en internet. ¿Existe un retrato robot del comentarista? Los análisis que se han hecho de los trolls y los artículos que los han seguido para desenmascararlos han demostrado que el perfil es bastante dispar. Aunque al final de esas investigaciones suele aparecer un hombre, lo cierto es que más allá de eso poco hay en común. Pueden ser adolescentes, pueden ser hombres de mediana edad? ¿Sucede lo mismo con el comentarista en general?
Los datos del estudio del Engaging News Project permiten crear un retrato robot del comentarista de internet, al menos en lo que a noticias se refiere. Según sus datos, lo más habitual es que sean hombres. El 64% de quienes comentan al menos una vez por semana lo son. El estudio también encontró ciertas pautas en nivel educativo. El 53% de quienes comentan de forma regular (al menos una vez a la semana) tienen una educación equivalente a la formación secundaria o inferior.
