Por Redacción - 30 Marzo 2016
No te vas a creer lo que hizo este famoso. O diez maneras de hacer lo que sea para conseguir los mejores resultados. Y, por supuesto, 7 gatos de internet que tienen una vida mejor que la tuya. Son todos titulares ficticios, pero titulares en los que posiblemente todos haríamos clic si no los pusieran delante o si nos cruzásemos con ellos mientras navegamos por nuestra red social de cabecera. Al fin y al cabo, los gatos son los grandes favoritos de la red y los que se llevan más clics y más visitas y si además tienen una vida mejor que la propia (posiblemente en el primer párrafo ya nos dejarán claro que no es tan complicado que esa suceda) las ganas de leerlo serán aún mayores. Clic. El contenido que espera al otro lado es ligero, muy visual y posiblemente atractivo, algo que se puede leer en la pausa para procrastinar en la oficina o en el bus de camino al trabajo y una cosa perfecta para subir al muro de Facebook. Los gatos de internet han atrapado una vez más la atención del lector y el clickbaiting ha triunfado una vez más.
Su nombre lo deja claro una vez que se hace la traducción directa y el consumidor posiblemente sea capaz de identificar rápidamente una larga lista de contenidos leídos en los últimos tiempos que encajan con lo que es y con cómo modifican lo que se está viendo en internet. El clickbaiting es, un anzuelo para que muerda el pez. En resumen, la tendencia de utilizar como recurso el uso de un atractivo y llamativo titular, uno clicable y en ocasiones amarillista o sensacionalista, para generar mayor expectación y llamada de la atención para atraer al usuario o visitante. El fenómeno está muy ligado a otros que han ido consiguiendo cada vez más y más éxito en la red, como el listicle.
El clickbaiting se asocia rápidamente a los contenidos ligeros y de mala calidad (aunque en realidad no tienen por qué serlo, algunas listas son en realidad un trabajo que genera bastante esfuerzo) y a la triquiñuela de atrapar el lector para conseguir simplemente una página vista más (tanto que Facebook ya anunció en su momento que penalizaría estas prácticas a la hora de organizar los resultados de su feed). Para algunos el clickbaiting está directamente ligado a lo peor de internet y está directamente destrozando la red. El clickbaiting, aseguran, está matando al periodismo y está matando a los contenidos de internet.
La práctica ha ido además en aumento en los últimos años, como recuerdan en un artículo en NiemanLab en el que señalan que durante 2015 se produjo un auténtico boom de este tipo de contenidos. Muchos fueron los medios que en los últimos tiempos han contratado a personal únicamente para hacer este tipo de contenidos y para peinar la red en busca de material para los mismos. Por haber hay hasta algoritmos que ayudan a predecir qué es lo que triunfará y a crear así contenidos a medida que funcionen bien en tráfico.
Las redes sociales han hecho además que esto sea más y más importante, porque los medios quieren posicionar en Facebook o en Twitter lo que los lectores quieren encontrar y los ha convertido en esclavos del titular que visualmente será atractivo y clicable. Las redes sociales han eliminado además el contexto, como explican en un análisis en Quartz, haciendo que a los lectores les falten muchas claves para comprender el contenido y haciendo que sean aún más dependientes del clic fácil.
La situación ha hecho que los contenidos sean esclavos del tráfico y no de la información y ha abierto un debate sobre hacia dónde va el futuro de los medios y de los contenidos. ¿Están estas prácticas hipotecando realmente el acceso a la información? Los expertos señalan que en el pasado los medios priorizaban el acceso a la información y el encontrar cosas nuevas y diferentes, el conseguir el trabajo de los reporteros. Ahora mismo lo que importa es simplemente contar las cosas de un modo que consiga que entren nuevos lectores y que haga que se siga generando tráfico y más tráfico. Antes, de la noticia del día salían unos cientos de noticias. Ahora salen miles, apuntan, que en realidad no cuentan nada más que lo mismo pero con un titular muy atractivo. Es la era de los refritos.
A esto se podría puntualizar, sin embargo, que los refritos de contenidos no son en absoluto nuevos. Si se mira los periódicos de hace 100 años ya se verá que, en realidad, la información era muchas veces la misma, echando mano de la referencia al otro y simplemente usando un titular o una presentación distinta. Y el clickbaiting ya existía, aunque era un poco diferente. Buscando información sobre una escritora de la España de la Belle Époque encontraba no hace mucho un periódico en el que en grandes letras aparecía ¡Una marquesa detenida! El titular simplemente jugaba con el tienes que leerlo. La marquesa ya no lo era y su detención era en realidad un rumor sin mucho fundamento. La información relacionada era, por cierto, de un parrafillo bastante difuso.
Por tanto, habría que plantearse si el clickbaiting es realmente tan nuevo o si no es más que un ejemplo más de un problema más amplio que la red ha hecho sin embargo más visible. Al fin y al cabo, la idea de que los antiguos periodistas de los periódicos de papel y de las revistas de hace 15 años estaban viviendo al filo de la noticia y creando historias de impacto tras una profunda investigación es una visión un tanto romántica de cómo se producían los contenidos. Puede que unos estuviesen haciendo eso, pero no eran ni de lejos todos. Las noticias que eran en realidad un duplicado de una nota de prensa o un refrito de lo que había publicado una agencia de noticias ya existían.
Lo que ha hecho internet es que esto sea más visible y que los consumidores tengan más acceso a más fuentes de información lo que ha hecho que sea más fácil ver que todo el mundo cuenta lo mismo y más difícil el captar a ese lector. El titular al estilo del "tienes que leer esto" se ha convertido en un arma para ser el que consigue captar ese minuto de atención. Además, los lectores están siempre y en todo momento reclamando cosas nuevas y pidiendo más fuel, más contenido, y los medios están empujados a dárselo. El contenido rápido y clicable es la respuesta más simple a esta tendencia.
Pero lo cierto es que no todo es clickbaiting y no todo el futuro pasará por ahí. Muchas de las cabeceras online de influencia, incluidas aquellas que se hicieron famosas gracias al clickbaiting y que siguen usándolo de forma constante, están creando contenidos que van mucho más allá de eso. La época dorada del clickbaiting es también la época dorada del longform y los dos conviven en el mismo escenario.
Y a todo esto hay que sumar que los contenidos que apostaban por el clickbaiting de forma más excesiva, más "salvaje", están empezando a dejar de funcionar. Los grandes medios que solo vivían de eso, con titulares muy amarillos y muy clicables que luego se quedaban en nada, han visto como su tráfico caía en los últimos tiempos, porque los lectores se han saturado de ellos.