Por Redacción - 22 Noviembre 2016
Una de las cuestiones que se consideran como claves en internet, una de las que son su esencia, es que la red es un escenario en el que todo el mundo puede jugar y en el que todo el mundo puede posicionarse de forma destacada. Internet es un espacio para todos, o al menos eso es lo que damos por hecho y lo que se ha convertido en el elemento fundacional de la red. Todo el mundo es exactamente igual y todo el mundo juega con las mismas ventajas. Pero ¿realmente juegan todos los jugadores con las mismas condiciones online? ¿Es todo exactamente igual para las diferentes compañías en internet? ¿O en realidad han acabado las empresas protagonizando una especie de batalla para hacerse con el mercado y un consecuente reparto del mismo?
Google y Facebook son los jugadores más fuertes, los rivales más sólidos y los que parecen tener las cartas en la mano para hacerse con la red. Internet se ha convertido en un cortijo? el cortijo que se reparten esas dos compañías. ¿Por qué se puede llegar a esa conclusión? Lo cierto es que no hay más que ver cómo están jugando sus cartas estas firmas y cómo se está usando la red cada día para verlo.
Por un lado, resulta casi inevitable ser consumidor por activa o por pasiva de estas dos compañías. Sus redes abarcan cada vez más y más cosas y cada vez están más y más presentes en el día a día de los internautas, que están empleando cada día más y más servicios relacionados con ellas. El caso de Google es uno de los más claros. Intentar pasar un día lejos de Google puede resultar prácticamente imposible. La firma está, por supuesto, en la mayoría de los teléfonos móviles (Android, no se debe olvidar, es de Google) pero, incluso obviando ese dato, resultaría casi imposible no tropezar con ella online. Ya sea usando su buscador (completamente ubicuo) o alguno de sus muchos servicios, los consumidores están prácticamente en todo momento conectando con Google. Si se decide dejar de usar estos servicios, tampoco se consigue dejar por completo a la compañía. Una gran parte de los anuncios con los que el internauta se cruza en internet los sirve Google.
Por otro lado, si se miran las cifras de internet y se mira cómo se están repartiendo el negocio estas compañías de forma online se puede ver como la red empieza a parecer cada vez más un patio de juego en el que solo Google y Facebook tienen permitido jugar. Los números demuestran que cada vez son más poderosas y que, sobre todo, cada vez se llevan más y más partes de la red con ellas.
Internet es, para estas dos firmas, como los bienes a repartir después de un divorcio digno de un telefilme: cada uno se lleva un trocito, pero nadie está contento con los bienes que le tocan e intentará hacerse con más. Como acaban de demostrar en un análisis en Bloomberg, en el que han tomado los números que mueven una y otra compañía, Facebook y Google están repartiéndose entre las dos la mayoría del mercado online, lo que hace que la situación sea cada vez más una batalla de una contra otra. Dos tercios de todo el gasto digital en publicidad en internet en Estados Unidos están ya en manos de estas dos compañías, lo que hace que lo que queda para los demás haga que su peso potencial esté muy, pero que muy lejos de lo que cualquiera de ellas puede lograr.
De hecho, según las cifras que maneja Bloomberg, no solo se reparten el mercado sino que además cada vez tienen más peso en el mismo. Hace un año, Google y Facebook tenían, de forma conjunta, el 61% del mercado publicitario online estadounidense. Un año después, se llevan el 68% de toda la inversión publicitaria.
En el caso de Google, además, la compañía está logrando hacerse no solo con el dinero de sus propios espacios publicitarios, sino que además está muy presente en los de otros. Una quinta parte de sus ingresos vienen de los anuncios que ellos venden en otros escenarios digitales (los anuncios de Google AdSense). Facebook no tiene un AdSense, pero, como recuerdan en Bloomberg, ya empieza a meterse también en el escenario publicitario de los demás, más o menos, con Audience Network.
El peso de estas dos compañías es tan elevado que no solo están convirtiéndose en un duopolio en el que dos gigantes compiten por hacerse con el control del mercado, sino que además empieza a ser un duopolio con un tamaño que empieza a amenazar el reparto de poder de otros. El poder de estas dos compañías de forma conjunta es, por ejemplo, superior al del duopolio tradicional en telecomunicaciones de Estados Unidos (lo cual, teniendo en cuenta las tirantes relaciones entre telecoms y compañías tech, es muy significativo).