Por Redacción - 14 Abril 2020
Para la consumidora de mediana edad que me lo contaba, el principio de la crisis del coronavirus la puso delante del televisor. Con el confinamiento, su trabajo - que no puede realizarse de forma remota - quedó en suspenso y la necesidad de saber qué ocurría la posicionó horas ante las ediciones especiales de los programas televisivos. Un par de semanas dentro del confinamiento, confesaba que estaba ya harta de las noticias y que había empezado a limitar lo que veía. "Veo por la mañana el 24 Horas y luego ya veo series", decía. Los programas de la mañana la habían saturado. Se había cansado del tono de los matinales pero también se había agotado de estar viendo todo el tiempo noticias y más noticias sobre el coronavirus.
Las espectadoras más jóvenes que también nos comentaban sus hábitos de información durante el coronavirus usaban canales diferentes y habían llegado al saturamiento mucho más rápido, pero la situación fue para ellas parecida. Tras unos primeros días en los que se pasaban las horas refrescando su feed de Twitter y en los que seguían en tiempo real las actualizaciones de varios medios digitales, llegaron a un momento de saturación y hasta hartazgo. En Twitter, el clima de constante lucha a golpes de trending topics acabó fatigándolas. El exceso de información logró abrumarlas. Pasaron rápidamente a una dieta de limitar cuándo accedían a la información.
En las primeras semanas del confinamiento ya se empezó a hablar de infodemia. Un "neologismo válido", como explicaba entonces la Fundéu, "para referirse a la sobreabundancia de información (alguna rigurosa y otra falsa) sobre un tema". El coronavirus era el tema de portada en todas partes.
Ahora, se puede hablar ya de fatiga del coronavirus.
La situación podría haber llegado ahora a un pico más alto, pero lleva formándose casi tanto como la propia crisis. A finales de marzo, un experto de la Universidad de Sheffield ya recordaba el impacto de la "fatiga de crisis".
Los ciudadanos, explicaba, llevan dos décadas sumidos en oleada tras oleada de crisis, lo que hace que estén saturados de recomendaciones de cómo responder y de normativas vinculadas. Se fían poco de sus recomendaciones y escuchan menos lo que les dicen, lo que explicaba que en los primeros tiempos, cuando las normas de quedarse en casa eran recomendaciones y no ley, hubiese quien no escuchaba.
Ahora, semanas más tarde, la fatiga del coronavirus es ya específica y evidente en los patrones de consumo de información. Las pautas de las consumidoras con las que se abría este artículo no son una cuestión aislada. De hecho, en Italia, los informativos ya han empezado a perder audiencia: los ciudadanos están saturados por toda la información y están huyendo a series y películas.
El último estudio de Chartbeat sobre SEO y producción de noticias también apunta en esa dirección. Se está llegando a la "fatiga del lector", tras semanas de un volumen abrumador de contenidos sobre la enfermedad que se consumían, con cierta lógica, de forma igualmente masiva. Analizando datos de páginas vistas, Chartbeat concluye que tanto el tráfico generado por el coronavirus como el engagement que despiertan esos contenidos están cayendo.
En cierto modo, los medios han empezado a echar el freno. La cantidad de artículos que se publica cada día sobre el coronavirus sigue siendo brutal (unos 80.000 artículos cada día, más o menos, según sus cuentas), pero empieza ya a decaer.
Durante la semana que empezó el 30 de marzo, la última sobre la que Chartbeat ha hecho estadísticas, la producción de contenidos vinculados ha retrocedido en un 6,7%. Posiblemente, los medios han echado el freno al ver la caída del tráfico vinculado. El tráfico que logra esa información es un 24,6% más bajo que en la semana precedente y su peso en el total es también más reducido. Ahora es el 27% de todo el tráfico, frente al 31% que era una semana antes.
Igualmente, también ha caído el engagement. Los contenidos referentes al coronavirus suponen ahora el 29% del engagement de los lectores con los medios. La semana anterior era el 34%. Eso sí, los internautas siguen pasando más tiempo en los medios online.
El impacto también se nota en los patrones en SEO y social traffic. Si hace unas semanas el coronavirus funcionaba como vía para captar tráfico tanto a través de búsquedas como vía redes sociales, ahora las cosas ya no son tan al alza como una semana atrás. El pico de búsquedas - "crecimiento astronómico", según Chartbeat - no se ha mantenido. Según sus datos, de hecho, lleva en caída desde el 16 de marzo.
En la última semana el tráfico por búsquedas vinculadas al coronavirus cayó en un 44%. El de los social media en un 23.