La publicidad en los medios tradicionales continúan siendo nuestra principal fuente de referencia. No en vano, es a la que estamos más acostumbrados.
Así lo refleja la encuesta global realizada por Nielsen, donde tomaron parte más de 29.000 consumidores. Como principal dato, destaca el hecho de que la publicidad en la prensa escrita es la que merece su confianza (63%), incluso por encima de las revistas (62%) o la televisión (61%). Por su parte, el 58% de los encuestados apostó por la radio, mientras que un 55% destaca el papel de la publicidad exterior (vallas).
Sin embargo, los medios online aparecen varios puestos por debajo en este ranking, donde el formato con mayor credibilidad fueron los anuncios de que aparecen junto con los resultados de búsqueda, junto con los anuncios de vídeo online (44%). Por su parte, la publicidad en las redes sociales aparece bastante alejada (39%), aunque todavía por encima de los anuncios móviles (35%). En último lugar aparecen los banners (33%), curiosamente el formato más antiguo y conocido de publicidad online.
Un debate abierto
El informe de Nielsen nos muestra datos interesantes que sin duda podrían ser cuestionados o puestos en duda. Sobre todo por aquello de jugar con la ambiguedad, pues no es lo mismo confianza que eficacia. De esta forma, los resultados del estudio no implican necesariamente que los usuarios rechacen la publicidad del resto de canales y medios, sino que ésta de alguna forma sigue gozando de una mayor confianza.
Diferentes informes ponen de manifiesto la alta efectividad y credibilidad de la publicidad en buscadores, así como los tradicionales banners, que de forma obvia, han experimentado un crecimiento notable años tras año desde 2007, lo que muestra que es tan solo es cuestión de tiempo el que los consumidores asimilen totalmente estos nuevos formatos. A ellos sumamos también los nuevos soportes y canales móviles.
A diferencia de medios como la televisión o la prensa escrita, internet ha abierto las puertas a todo tipo de empresas y anunciantes, y la publicidad digital ya no es un terreno reservado exclusivamente a las grandes marcas que pueden costearlo o realizar grandes inversiones publicitarias. Esto implica que la confianza no debe de residir exclusivamente en la publicidad, sino que debe recaer sobre la propia garantía y profesionalidad de las empresas anunciantes que lo hacen a través de cualquier medio o soporte.
De forma paralela surge el debate de si este tipo de informes, corresponden a una especie de "empujón" a modo de salvavidas para reflotar la confianza en los medios tradicionales como la prensa escrita, que agonizando, comprueban como los medios digitales les han robado protagonismo mermando con ello sus actuales modelos de negocios basados en la publicidad.