Por Redacción - 13 Marzo 2014
El panorama para la tradicional prensa no podría ser más oscuro. Las cifras sobre la evolución de los medios impresos han sobrepasado los peores pronósticos. La información del diario digital PRNoticias refleja las últimas cifras de los analistas, mostrando una caída de entre el 10% y el 15% para este año. Un duro golpe para un sector que tenía esperanzas de al menos conseguir frenar su caída en 2014.
2014 comienza con un trágico titular para la prensa, el desplome de sus ingresos ha echado por tierra las perspectivas sobre su crecimiento. Los medios todavía se mostraban relativamente optimistas, estableciendo un descenso máximo del 5%, e incluso los más atrevidos hablaban de alcanzar el punto de equilibrio.
Sin embargo, las cifras han desvelado la cruda realidad: la prensa escrita está herida de muerte. Con un descenso de la inversión publicitaria superior al 20% en algunos casos, y del 10% en la cifra de ventas, el objetivo de conseguir sanar el sector cada día se asemeja más a una utopía. Máxime cuando a finales de año se llegó a hablar de brotes verdes, a raíz del crecimiento del 0,36% aportado por el informe AEDE-Deloitte,... Una vez más, vendemos la piel del oso antes de matarlo.
Esta crítica situación ha llevado a los editores de prensa a reajustar a la baja sus presupuestos, y a imponer drásticas medidas para poder seguir en pie. Así, PRNoticias recoge que el diario El Mundo, uno de los más perjudicados, ha propuesto un recorte salarial del 10%, entre otras acciones; mientras que otras cabeceras han impuesto los recortes como tónica general en todos sus procesos.
Esto no hay Ley Wert que lo salve. Ni el canon que se baraja imponer a Google y los agregadores de noticias podría sacar a flote un buque cuyo agujero ya es irreparable. Se trata de un negocio que intenta sostenerse bajo un sistema del todo obsoleto y decadente, a costa de fagocitar los recursos de otros modelos que sí han apostado por la innovación y renovación constantes.
Lo peor que podemos es buscar culpables fuera. De nada sirve cargar la responsabilidad de esta situación a los medios digitales, peor aún, no admitir la realidad e intentar perjudicar un sector que sí funciona, para alargar el delirio de otro que agoniza. Una postura que por desgracia parece ser la tónica impuesta por nuestro gobierno, en la figura de su máximo representante, Mariano Rajoy.
Nuestro presidente, durante su última intervención públicano tuvo reparos en culpar a internet y a las nuevas tecnologías de la crisis de los medios impresos. Es como si culpáramos a Ford de que los carruajes hayan quedado reducidos a una mera atracción turística. La trascendencia de sus palabras no tiene desperdicio "Soy plenamente consciente de la grave situación y las enormes dificultades que están padeciendo los medios de comunicación, y singularmente, los periódicos de papel, a causa de la crisis económica que ha venido a agravar una crisis previa provocada por la irrupción de nuevas tecnologías". Sencillamente, lamentable que en un país que pretende posicionarse como potencia económica sus propios mandatarios tengan este concepto de la innovación y desarrollo.