Por Redacción - 18 Septiembre 2017
La prensa de papel está en crisis. La cuestión no es exactamente nueva puesto que, aunque se suele echar las culpas a internet del problema en el que se encuentran los medios, la cosa viene de mucho antes. El papel lleva en crisis mucho tiempo: internet ha sido el golpe final o el acelerante. La crisis es además generalizada y afecta a todos los mercados. Se podría decir que los periódicos de papel están en plena crisis global y España no escapa a este contexto.
Los números y los movimientos de las compañías que operan en este mercado lo deja además bastante claro. Durante los últimos años, se han producido constantes recortes de personal y constantes recortes de hojas. Los periódicos son cada vez más finos y tienen contenidos de cada vez menor calidad (algo esperable cuando se eliminan de la ecuación a los periodistas que tienen que hacer esos contenidos…). A eso se suma que algunos periódicos han reducido su distribución y que otros han protagonizado movimientos de compras y ventas.
Las últimas víctimas de la crisis de los periódicos parecen ser sus suplementos. Los fines de semana han sido tradicionalmente uno de los momentos álgidos para la prensa diaria, ya que es cuando registran más lectores y más ventas. Los fines de semana el periódico es además más caro, en principio porque viene con más contenidos y llega acompañado con elementos a mayores. Son sus suplementos, que en algunos casos se han convertido en una suerte de institución. Pero, por supuesto, hacer esos suplementos requiere tiempo, esfuerzo, trabajo e inversión, algo que podría no salirles tan a cuenta a los medios en cuestión.
Unidad Editorial acaba de cerrar Papel, el suplemento del domingo que lanzó hace dos años con el periódico El Mundo. Papel sustituía al suplemento anterior y había, como recuerdan en El Confidencial, protagonizado críticas internas ante su posible viabilidad y cambios de personal. El suplemento se lanzó para potenciar ventas de fin de semana y, según los datos, no lo logró.
La noticia no es exactamente inesperada, ya que en los últimos tiempos ya se han ido señalando en diferentes medios online que el suplemento había sido obligado a hacer ajustes y reajustes presupuestarios para hacerlo más barato.
Papel es el protagonista hoy de las noticias, pero lo cierto es que no es el único que está más o menos en cuestión. Los suplementos de los diarios están en una crisis generalizada. Según datos de la segunda oleada del Estudio General de Medios (EGM) de este año, los suplementos de papel tienen 3.570.000 lectores de media. En la anterior oleada, la cifra era de 3.647.000. Como recuerdan en un análisis, en los últimos tiempos han ido perdiendo lectores de forma constante. Los suplementos tienen por tanto difícil sostenerse, ya que además los lectores esperan contenidos de calidad y esos contenidos no salen baratos.
A eso hay que sumar que no solo están perdiendo interés entre los lectores sino también entre los anunciantes. La inversión publicitaria ha caído en un 11,2% en el último año en este tipo de medios, lo que supone una sangría que en el contexto actual no pueden asumir. Este tipo de suplementos solían ser además un gancho para atraer a las marcas de lujo y a la publicidad de más alto standing, la que, por otra parte, la industria del papel en general está perdiendo.
Todo ello no hace más que agravar los problemas en los que se encuentra sumida la prensa de papel, que ha visto como los lectores empezaban a sentir que había una relación de valor cada vez menor, que ha comenzado a perder a los lectores más jóvenes y que ha visto como los anunciantes le prestaban cada vez menos atención, complicando mucho más las cosas y su supervivencia.