
¿Está la prensa de papel canibalizando los ingresos de sus versiones digitales?
Por Redacción - 19 Febrero 2019
En los últimos años, la situación de la prensa diaria tradicional en España ha ido convirtiéndose en cada vez más complicada. De hecho, es probable que la palabra para definir lo que ocurre de la forma más eficiente posible sea debacle. Los medios de papel han ido perdiendo lectores, distribución y reputación.
La crisis de los medios de papel tiene muchas caras. De entrada, y aunque se acusa a internet de ser la culpable de todos sus males, habría que señalar que el contexto general de la crisis de estos medios se remonta ya a los 80, cuando los efectos de los demás medios de comunicación de masas se empezaron a hacer notar de forma tangible en la prensa tradicional. Internet simplemente fue como un golpe de gracia.
La red ha ampliado la oferta, ha hecho que los lectores tengan la información cada vez más rápido (lo que hace que los modelos de los periódicos, que siguen contando lo que ha pasado como hacían hace cuatro décadas, se haya quedado obsoleto) y también ha acostumbrado al público a modelos alternativos de acceso a los contenidos. Y, dado que los periódicos ni han cambiado lo que escriben ni han puesto en valor su trabajo, están pidiendo muchas veces a sus consumidores que paguen por la información que ya han leído muchas horas atrás en la red.
Si a eso se suma que los periódicos han tomado decisiones nefastas (como despidos masivos o apostar por un creciente amarillismo) que han hecho que sus contenidos sean más escasos, más breves y de menor calidad, cuando no simplemente la impresión en papel del teletipo de una agencia de noticias que aparece también en otros muchos medios, se puede comprender por qué han perdido relevancia e interés para los lectores. La factura generacional han complicado aún más las cosas.
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