Por Redacción - 18 Noviembre 2020
Cuando se decretó el confinamiento domiciliario en marzo, uno de los pocos tipos de negocios que podían seguir abiertos y a los que se podía seguir acudiendo a comprar eran los quioscos. Y, aunque no era raro encontrarse alguna que otra cola de gente esperando para comprar el periódico especialmente los domingos, lo cierto es que los datos de ventas no fueron especialmente buenos.
Las ventas cayeron, pero también lo hicieron la inversión de los anunciantes. Comprar el periódico del domingo y pasar las páginas de los suplementos dominicales, habitualmente uno de los destinos de la publicidad en prensa de papel, era un tanto inquietante si se analizaba desde el punto de vista de la publicidad. Los suplementos eran más finos que nunca y se llegaron a publicar, en algún caso, sin nada de publicidad.
La inversión publicitaria en los medios tradicionales fue la que más se resintió durante el arranque de la pandemia (ahí estaban esos maratones de consumo de horas de televisión difícilmente monetizables para las cadenas) y la prensa en papel ya arrastraba una situación complicada de tiempos anteriores. La crisis del coronavirus solo hizo que esa situación se volviese más compleja y se acentuase.
Por tanto, era de esperar ya casi desde el minuto uno que esta situación se acabase convirtiendo en un lastre económico más para los medios de papel. Los periódicos llevan encadenando pérdidas en ingresos, lectores y tiradas desde la crisis económica de hace 10 años. La crisis del coronavirus ha sido un hachazo más en sus resultados. Solo en España y solo los grupos más grandes han perdido en estos meses cientos de millones de euros.
En total, los periódicos han perdido, como mínimo, 294 millones de euros en lo que llevamos de año. Y esos son solo datos parciales. La estimación de esa cifra parte de las cantidades que han perdido en lo que se lleva de 2020 en términos de resultados económicos públicos Vocento, Prisa y Unidad Editorial.
Estos tres grandes grupos, responsables de algunas de las cabeceras con mayor tirada, son empresas cotizadas y, por tanto, deben presentar resultados trimestrales. Partiendo de esas cuentas presentadas, en EconomíaDigital han hecho el cálculo de cuánto han perdido de un año a otro.
Aunque estas cabeceras son las únicas de las que se tiene datos públicos, no se puede limitar las pérdidas del papel a lo que ha ocurrido con sus cuentas. Casi se podría decir que es seguro que las demás cabeceras de prensa de papel de España están cerrando este 2020 con retrocesos en los ingresos. No hay resultados económicos pero sí noticias de ERTEs y otros mecanismos de recortes de gastos.
¿Por qué han perdido tanto dinero las cabeceras de papel en España? Por un lado, está la caída de las ventas de ejemplares. Solo en marzo, y según los datos que aportan en el análisis, los periódicos vieron como las ventas caían en un 30%, incluso con sus números de domingo (los más populares en términos de distribución). Por otro lado, se ha producido una suerte de colapso del mercado publicitario, que redujo su inversión en los medios tradicionales.
Ambos problemas - la caída de las ventas en papel y la pérdida de ingresos publicitarios - se estaban produciendo ya antes de la crisis del coronavirus. La pandemia hizo la situación más complicada y obligó a los medios de papel a acelerar su estrategia de migración a nuevos formatos de acceso a los contenidos.
Las cabeceras de los grandes diarios llevan ya desde el año pasado intentando asentar modelos de pago. El País estaba, de hecho, en proceso de lanzamiento del formato cuando estalló la crisis del coronavirus, lo que le obligó a retrasar el aterrizaje de su paywall. Pero, aunque los medios están lanzando estos formatos y están logrando cierto éxito (a pesar de la fatiga de suscripciones), los ingresos que consiguen no logran todavía cubrir todos los que están perdiendo por los demás lados.