Por Redacción - 28 Mayo 2012
Según los datos del estudio “Small Business Report” de BaseKit, editor web para pymes y profesionales, un 84% de las pequeñas empresas están descontentas con su presencia online. A pesar de reconocer que las páginas webs son un escaparate para su negocio, solo una de cada seis pymes está orgullosa de su sitio web, y un 25% confiesa envidiar las páginas de sus competidores.
El 75% de las pequeñas empresas que han participado en el estudio admite también que contar con un sitio web bien diseñado y con buen funcionamiento es importante para su reputación y fundamental a la hora de captar nuevos clientes. Pero uno de cada diez propietarios de pymes (11%) señala que su página web utiliza tecnología obsoleta y describe la presencia online de su compañía como ‘pobre’ o ‘vergonzosa’.
En este sentido, más del 50% de las pymes encuestadas señala la dificultad para adaptarse a los continuos cambios que se producen a nivel tecnológico, destacando especialmente la complejidad para hacer sus webs compatibles con las funcionalidades del comercio electrónico y los dispositivos móviles, así como para la optimización para buscadores. De hecho, según el estudio, solo un 25% de las pymes pueden realizar transacciones online actualmente y tan solo un 9% tiene un sitio web compatible con teléfonos móviles o tablets.
A la hora de hablar sobre los cambios que las empresas desearían realizar en sus sitios webs, un 32% apunta a un diseño mejor, mientras que un 17% señala que desearía tener la capacidad de cambiar y actualizar el contenido directamente. Asimismo, los encuestados también apostarían por un alojamiento más económico (16%), por poder contar con mejores analíticas web (16%) y por una mejor asistencia técnica (7%).
Simon Best, fundador de BaseKit, señala: “Para muchas pequeñas empresas su página web es la ventana al mundo exterior y, aún así, buena parte de ellas piensa que sus websites no representan correctamente a sus negocios. Numerosas pymes tienen dificultados para saber cómo mantenerse al día con las últimas tendencias tecnológicas y tienen miedo de convertirse en ‘Dinosaurios Digitales’.