Hace algo más de un año decidimos que era hora de dar un paso adelante y cambiar nuestra imagen. Después de casi 20 años de trabajo, una facturación cada vez mayor (40 millones de euros) y una plantilla de 2000 empleados, había llegado el momento de dar un giro a la compañía y apoyar su desarrollo y estrategia de internacionalización con un nombre que impactara y se asemejara a la cultura corporativa: marketing, deporte e internacional.

El resultado ya lo conocéis todos, el 31 de enero de este año hemos lanzado MADISON al mercado, un nuevo nombre, una nueva imagen, pero 20 años de experiencia.

No fue una decisión impulsiva, antes de plantear un cambio de imagen de esta magnitud y sabiendo que lo queríamos hacer en la red, teníamos que tener en cuenta multitud de factores que nos aseguraran el éxito. Dos de los factores que más hemos tenido presentes a lo largo de todo el proyecto han sido el presupuesto y la medición de resultados.

El presupuesto: con las diferentes acciones de publicidad que hemos llevado a cabo, hemos llegado a nuestro público objetivo, personas que trabajan en empresas clientes potenciales y que están relacionadas con el marketing. Pero no sólo eso, sino que también hemos conseguido hacer visible la nueva marca de una manera que, probablemente, no podríamos haber conseguido si sólo nos hubiéramos apoyado en medios tradicionales.

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