Las empresas son entes que deben poseer una personalidad definida. Nos preocupa desde el ámbito del management cual serán aquellas que posean más posibilidades de crecer y tomar posiciones relevantes en los mercados, eso solo ocurrirá cuando las personas encargadas de dirigir esas organizaciones posean claro cuál es la misión de esas empresas. Para esto es importante que la misión de las empresas vaya adaptándose en función al contexto socioeconómico en el que se ubican, de tal manera que en escenarios estables, lo que predomina son actuaciones directivas de más riesgo y menos control, sobre la organización, mientras que en entornos “agitados”, se opta por control y adquirir niveles de riesgo bajo, la estrategia comúnmente conocida como “virgencita que me quede como estoy”.
Si algo aprendemos con la cíclica de escenarios económicos, es que las etapas de bonanzas y crisis se alternan en periodos concretos de tiempo, pero creo que debemos aprender algo más, y es ser menos economicista y un poco mas sociólogo, invertir la tendencia directiva común, y es que se demuestra por resultados que interesan más por rendimiento a todos los niveles, los modelos centrados en las personas que los modelos centrados en la fluctuación del dinero, y esto seguramente es así porque al final los designios económicos lo hacen personas para personas.
El modelo de empresa que defiende que el motor, leiv motiv, la razón de ser, que la misión de esta es tan solo ganar dinero,ha quedado absolutamente obsoleto por contraste de resultados con respectos a otros modelos, no es adaptativo, no es el adecuado para los tiempos que corren y que vienen. Y esta afirmación no se realiza porque al autor de este artículo así se lo parezca, sino porque la experiencia nos muestra que estas organizaciones son débiles, poco competitivas, excesivamente dependientes de factores que no controlan. Los dirigentes que han seguido este fin de ganar dinero como prioridad directiva, que han seguido los deseos de sus consejos de administración, en busca tan solo de rentabilidad financiera para los accionistas, han conseguido pingues beneficios económicos, personales e institucionales de un montón de organizaciones que ahora están en proceso de intervención judicial, en quiebra o peor aún desaparecidas, pero sobre todo, en el ámbito social, han creado una de las crisis económicas más importantes de la historia.
Hay otros caminos para alcanzar la riqueza desde la empresa y es que siempre defendí (con las criticas que eso conllevó y conlleva, aunque ahora con el tiempo y conociendo resultados de muchas organizaciones o mejor dicho muchos dirigentes que no compartían mi modelo, puede parecer que se cumple las previsiones que entonces compartí) que el dinero no es más que el medio que la empresa tiene para crear la verdadera riqueza, por lo tanto no puede ser un fin en sí mismo, sería miope adoptar un modelo gerencial solo basado en ganar dinero.
Todo esto me hace reflexionar sobre modelos directivos en las empresas, sobre formas de cómo actuar los directivos en particular y las compañías en general, para que pudieran producir efectos beneficiosos en las organizaciones o al menos que esos efectos fuesen higiénicos (eliminar aquellos efectos nocivos que presente la empresa y que impiden su crecimiento). Siempre he defendido un modelo radial de consecución de objetivos, el HAPPINESS MANAGEMENT, entre mis empresas clientes, entre mis alumnos directivos, entre todos aquellos que han pedido mi colaboración para solucionar problemas y es que este modelo tiene el aval de la experiencia, que nos ratifica que es un modelo que funciona, que requiere de más trabajo, que posee efectos positivos a plazos de tiempos más largos, y que por supuesto sus efectos son mucho más sostenible y sólidos en el tiempo. Aquellos de vosotros/as o que sigan mis escritos y participaciones en foros empresariales, sabrán que ya publique no hace mucho tiempo un artículo sobre HAPPINESS MARKETING, que no es más que el apartado de relación que ha de tener el CEO de una empresa con sus clientes, pero me gustaría completar todo el modelo, para que tengáis una visión de lo que propongo mas amplia y general.
Tradicionalmente se comentaba, se escribía, se difundía, que la misión de FORD, por ejemplo, era la fabricación de los mejores coches del mundo, otras empresas del sector turístico tenía como misión ofrecer las vacaciones más divertidas a la familia, tener los clientes más VIP de un determinado mercado, proponía en su misión uno de mis clientes, etc., esto eran intenciones de las organizaciones que regían el sentido de sus comportamientos e incluso alguna lo utilizaban como slogan, realizaban grandes carteles que presidian lugares reconocibles de las oficinas, y en definitiva era la “luz” que guiaba los movimientos de la empresa. Cuando acudías en alguno de estos ejemplos a sus consejos de administración, veías, palpabas que la única misión real era hacer dinero, a costa de lo que fuese necesario. Desgraciadamente muchas de estas compañías que les comento, como he anunciado unos párrafos antes han desaparecido, están en procesos de quiebra, o intervenidas. En honor a la verdad, hay que decir que no hace mucho tiempo estas mismas organizaciones ganaron mucho dinero, dinero que no ha servido para evitar la destrucción de empleo, para no imputar a accionista por deudas, o faltar a los compromisos que la empresa tenía con la comunidad, no ha servido para nada de eso.
Pues bien en el sentido de tener empresas más sostenibles, más competitivas, propongo el modelo directivo HAPPINESS MANAGEMENT, que como su nombre indica persigue la actuación de toda la empresa en tener como misión la FELICIDAD. Término utópico, poco medible y difícilmente cuantificable, de difícil ubicación, todo esto es absolutamente verdad, pero lo único que puede conseguir los objetivos que perseguimos.
El modelo lo que propone es que la empresa y por ende sus dirigentes en particular y empleados en general han de buscar, su misión ha de ser, conseguir la felicidad de clientes, trabajadores, accionistas y de la comunidad donde tenga efecto su actividad. Esto se puede antojar harto difícil porque en algunos casos la felicidad de uno de estos elementos, supone la infelicidad de otros, ahí es donde está el equilibrio del modelo, ahí es donde esta éxito de esta propuesta. Se persigue conocer las carencias que presenten, los añoro, los intereses, lo que les puede estar perjudicando, para alcanzar niveles de felicidad entre estos colectivos, para posteriormente actuar desde la empresa en sentido de cubrir todos esos anhelos y deseos. Hasta ahora se ha pensado solo unidireccionalmente, que hace estos colectivos por la empresa y eso es importante pero no suficiente, este modelo obliga a comprometer a la empresa con sus deseos es decir y además es muy importante determinar que hace la empresa por los colectivos. Se trata de buscar un equilibrio, una corresponsabilidad entre integrantes de la actividad de la empresa y la propia empresa, que no se identifique ningún gap de imagen entre ellos, que la empresa se vea como un todo que es mucho más que la suma de las partes. La misión general de la empresa, ha de ser ofrecer FELICIDAD, para ello todos los colectivos deben incluir el compromiso en su trabajo de alcanzar resultados por su FELICIDAD y por la FELICIDAD del resto de colectivos, es un modelo interactivo donde las partes por si mismo no son nada, es el todo coordinado lo que genera FELICIDAD. Este es el reto del/la directivo/a responsable de la organización
Para alcanzar la felicidad entre los distintos agentes de juego de la empresa se debe:
Esos distintos pasos será el trabajo del directivo responsable de la empresa. Ni que decir tiene las bondades que presenta el modelo:
En definitiva serán muchas la consecuencia positivas que tendrá la aplicación de este modelo empresarial, HAPPINESS MANAGEMENT, es un modelo que busca lograr un equilibrio negociado entre colectivos necesarios para la actividad empresarial. Reconozco que en un primer momento parece de difícil instauración, pero cuando se inicia su implementación, se ven resultados intangibles y cambios de imagen de forma bastante rápida, los resultados más visibles, rentabilidad, reputación, ventas, etc., se obtienen en un medio plazo si se es fiel al modelo y a la misión, y por supuesto si se persiste en la actitud adecuada en la relación empresa-colectivo y viceversa.
Esto en absoluto quiere decir que sea fácil, como no hay nada fácil cuando hablamos de conseguir resultados, y sobre todo si es a través de personas y colectivos. Probablemente si se decide por suimplementación, tendrá que replantearse formas de negociación colectivas, adaptación de modelos de negocios, formas de retribución, imagen de marca, conexiones con la comunidad, se tendrá que replantear muchos aspectos, que para esta misión no tendrán sentido seguir manteniendo o habrá de modificar criterios y comportamientos, ya que percibirá que no aportan felicidad, o peor aun, generan INFELICIDAD EN ALGUNOS DE LOS COLECTIVOS.