
Vodafone quiero darme de baja. Una odisea para los consumidores
Resulta incompresible como muchas empresas invierten gran cantidad de recursos y esfuerzos en conseguir nuevos clientes, mientras que siguen utilizando prácticas que dan motivos para que estos mismos terminen odiando a las propiascompañías. Es un sentimiento de frustración que muchos consumidores manifiestan ante las barreras y dificultades que encuentran cuando pretenden finalizar un servicio contratado. Algo habitual sobre todo, entre las empresas de telefonía y operadoras móviles.
Y no es para menos. La propiaUnión de Consumidores de España ha denunciado en reiteradas ocasionesque los dos organismos a lo que los usuarios pueden recurrir para resolver sus problemas con las operadoras de telecomunicaciones se encuentran colapsados y no dan abasto para atender las reclamaciones dirigidas contra el sector. La propia UCE era clara en este sentido poniendo de manifiesto que "el gran número de reclamaciones presentadas genera una sensación, y es la de que las operadoras no respetan a sus clientes".
"Los problemas son siempre los mismos; facturación, altas, bajas y portabilidad". Es evidente que los clientes se encuentran indefensos ante tales prácticas cuando inclusive superado el tiempo de permanencia legal de sus contratos, se encuentran ante unbosque denso de obstáculos y artimañaspara conseguir tramitar una simple baja.
Hace tan sólo unos días, la asociación de consumidores Facua también denunciada a Vodafone que ahora amenaza con penalizaciones de hasta 726 euros a los usuarios que se den de baja de su paquete de ADSL, fijo y móvil todo en uno. La asociación se ha dirigido a la compañía instándole a que deje de incurrir en esta práctica ilegal. La asociación también hacia lo propio con Telefónica ante las autoridades de protección al consumidor por penalizar con 230 euros a los usuarios de sus servicios paquetizados Movistar Fusión.
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