Por Redacción - 31 Mayo 2013
En igualdad de condiciones, 9 de cada 10 consumidores estarían dispuestos a cambiar de marca por aquellas asociadas con una buena causa.
Según un estudio hecho público recientemente, titulado “2013 Cone Communications /Echo Global CSR Study”, la mayoría de los consumidores en todo el mundo afirman que cuando las empresas se comprometen en acciones de responsabilidad social corporativa (RSC), tienen una imagen más positiva de la compañía (95%), están más dispuestos a confiar en la empresa (94%), y a ser más leales hacia ella (93%). Y si el precio y la calidad son comparables, el 91% de los participantes en el estudio afirman que cambiarían de marca a una asociada con una buena causa, reconociendo que los esfuerzos en responsabilidad social corporativa pueden ser especialmente ventajosos desde el punto de vista competitivo.
EL estudio demuestra que los consumidores no se olvidan de las acciones de RSC y las tienen muy en cuenta a la hora de hacer la compra. RSC es uno de los elementos que se tienen en cuenta en el momento de la compra (87%) así como a la hora de recomendar productos o servicios a otros (85%).
Los consumidores quieren influir en las prácticas de las empresas a través de sus billeteras. Un 92% comprarían un producto que representara algún tipo de beneficio social o medio ambiental si tienen la oportunidad. Por el otro lado, un 90% dejarían de comprar un producto de una compañía si saben que tiene unas prácticas irresponsables o incorrectas. Esas actitudes no se quedan ahí, sino que se traducen en acciones. En los últimos 12 meses, 2/3 de los participantes en el estudio reportaron haber comprado un producto con un beneficio social o medioambiental, y un 55% comentaron haber boicoteado un producto o servicio después de haber sabido que la empresa había tenido algún tipo de comportamiento incorrecto.
En su conjunto, los consumidores mantienen altos niveles de expectación hacia la RSC: un 31% creen que las empresas deberían cambiar la forma en la que operan para alinearse con la fuerte demanda social o medioambiental de la sociedad, y otro 29% piensan que las empresas no sólo deberían apoyar sino también apoyar y promover los cambios en los grandes asuntos medioambientales y sociales, incrementando la visibilidad del problema y donando productos o servicios, dinero o mediante programas voluntarios. Sólo el 6% creen que las empresas sólo tienen como razón de ser la de conseguir crear valor para los accionistas y no tienen ninguna responsabilidad en apoyar las campañas sociales o medioambientales.