Por Redacción - 21 Junio 2013
“La Transformación Digital no es un objetivo, es una estrategia”, afirmó Alberto Díaz, socio de Digital Migration Partners y asesor en temas de transformación digital con amplia experiencia en economía, Internet, medios de comunicación y administración de negocios, en el taller formativo “Oportunidades para las pymes españolas. La transformación digital y el emprendimiento”, organizado por la Cámara de Comercio e Industria España-Israel.
“¿Somos conscientes del jet-lag digital que tenemos?”, pregunta Díaz, ponente habitual en distintas universidades españolas y latinoamericanas en temas de transformación digital y startups. “Cuando la velocidad del cambio supera la velocidad de transformación, la organización se colapsa. La transformación digital es más un reto de gestión que de tecnología.”
Según Díaz, el trazado lineal que hasta ahora se entendía como habitual -información que sale desde la marca-empresa, pasando por agencias de publicidad y medios y finalizando en manos de los consumidores- está quedando relegado por la nueva gestión de la información comercial. Internet supone para las empresas “la oportunidad de liberar una parte de la cadena de creación de valor” de la empresa (por ejemplo, la sustitución de intermediarios, como las agencias de medios; o las sedes físicas sustituidas por sitios web) “para poder hacer una mayor inversión en otra parte de la misma.” Díaz recalca que “frente a la velocidad del cambio sólo hay una respuesta: Aprender y Emprender.”
Para poder superar este reto Alberto Díaz aconseja no hacer un uso masivo de la tecnología digital, sino una buena gestión de lo digital, ya que si no, “no sirve de nada”. Añade que la presencia en las redes sociales en ocasiones puede resultar innecesaria para ciertas empresas, incluso contraproducente, esto último en la mayoría de los casos por un mal uso y gestión de las mismas. Subraya el hecho de que el consumidor hoy en día tiene mucho más poder que antes. El cliente es capaz de poner más condiciones o elegir entre más opciones que hace una o dos décadas. Con la transformación digital, si una empresa se plantea evolucionar empresarialmente, debe cuestionarse por dónde les interesa a sus consumidores tomarse esa soberanía.
Es por esta razón que “el cambio tecnológico influye tanto a pequeñas empresas como a multinacionales”. Esto beneficia a las pequeñas empresas en el sentido de que ofrece una oportunidad para establecerse como competencia de los grupos más grandes dentro del sector, una competencia que ya nada tiene que ver con la inversión de grandes capitales. “Un 33% de las pymes ya ofrecen sus productos y servicios online.” Mientras, el interés de las multinacionales aumenta por captar talento e innovación desde las pequeñas empresas. “La tecnología tiene ahora un valor diferente. Es más un reto de gestión que de tecnología”, afirma Díaz.
Llegados a este punto, el consultor aconseja al empresario plantearse ciertas preguntas acerca de su empresa. “¿En qué punto se encuentra la empresa con respecto al uso de la tecnología digital? ¿Qué tecnologías pueden poner en peligro a la empresa? ¿Cuáles, en cambio, podrían servir para la liberación de partes de la cadena de creación de valor? ¿Es necesario reinventarse? ¿Es necesario un cambio?”
Si la respuesta a las últimas preguntas es sí, Alberto Díaz insta en primer lugar a la creación de una estrategia para establecer posteriormente planes de acción y medidas. El siguiente paso consistiría en plantearse la elección de los procesos mediante los cuales se llevará a cabo la implantación de la estrategia, y para finalizar, ultimar su organización, definiendo el organigrama y perfiles óptimos para ejecutar la transformación.