Por Redacción - 31 Octubre 2013
Las redes sociales son una fuente de información para usuarios y empresas y se han convertido también en la siguiente atalaya que conquistar por parte de los analistas de los mercados financieros. Cada vez se desarrollan algoritmos y herramientas analíticas más complejas para poder calibrar a gran escala el sentimiento de los inversores.
La influencia que las redes sociales tienen en los mercados es innegable. Para los más escépticos cabría recordar el episodio que vivió Twitter hace unos meses. Un tuit enviado desde la cuenta de Associated Press anunciando que dos explosiones en la Casa Blanca habían dejado herido al Presidente Obama provocó en pocos segundos el desplome del índice de Dow Jones en Wall Street. Minutos después la agencia confirmaba que su perfil de Twitter había sido jaqueado por piratas informáticos sirios y los inversores fueron recuperando sus posiciones en la bolsa.
El episodio no sólo demostraba la vulnerabilidad de la seguridad del sistema sino también el poder de influencia de las redes sociales en la economía global. El susto llegaba a Wall Street apenas tres semanas después de que la propia Comisión del mercado de valores de Estados Unidos autorizara a las empresas que cotizan a hacer sus anuncios y ofertas públicas a través de las redes sociales en lugar de por los canales convencionales. Twitter se adelantó al cambio anunciando su intención de elevar hasta el billón de dólares el tuit que enlazara con declaraciones de situación financiera.
Ya hay empresas trabajando para recabar el mayor número de datos del mercado que las redes sociales puedan aportar a sus empresas e inversores. El gigante de los datos y noticias financieras, Thomson Reuters, hace un par de años que creó un equipo especializado en social media con la misión de construir complejos algoritmos y herramientas que permitan recoger de la manera más precisa posible el sentimiento del mercado a través de las masas online y calcular el impacto que va a tener en los valores de la bolsa.
El valor que puede llegar a tener este tipo de información ya ha dado rienda suelta a las especulaciones de que Twitter vaya a cobrar por el acceso al código oculto de sus datos de stream. Sería una solución bastante lucrativa para la red de microblogging ahora que es inminente su salida a bolsa. Y la demanda de tanta información y aplicaciones para conocer mejor el estado real del mercado de inversiones puede ayudar a que la compañía convenza a más de uno de que vale los 11 billones de dólares [USA] que dice. Además abre la puerta a otras redes sociales para que hagan dinero de su habilidad para estimar el sentimiento público.