Por Redacción - 22 Enero 2014
La mitad de las grandes empresas farmacéuticas todavía no se ha decidido a utilizar las redes sociales. El estudio publicado por el IMS Institute of Healthcare Informatics indica que concretamente 15 empresas están en Facebook, 22 han registrado su perfil en Twitter y 17 disponen de canal corporativo en YouTube.
Una actitud motivada, en parte, por los límites impuestos por la legislación sobre la promoción y publicidad de medicamentos; sumado a los temores e incertidumbres a los que se enfrenta cualquier marca que quiera abrirse camino en los Social Media. A saber, un medio totalmente nuevo y desconocido, que implica una exposición pública y sobre el que además no es posible tomar el control de la información.
El trabajo del IMS indica que este comportamiento es excesivamente precavido, y que además no está en consonancia con la demanda real de información del sector; una sinergia que deberían plantearse analizar, y de la cual podrían sacar partido.
El informe muestra que los médicos dedican una media de 3 horas semanales consumiendo vídeos online relacionados con su actividad. No solo los facultativos buscan activamente información relacionada con enfermedades, sino que el 90% de los adultos jóvenes intenta informarse online, utilizando para ello también las redes sociales, antes de iniciar el tratamiento para su recién diagnosticada enfermedad. En el casos de los pacientes con una enfermedad crónica, la información online les sirve de orientación, por lo que recurren a ella con frecuencia.
De otra parte, las redes sociales sirven asimismo como un punto de encuentro entre afectados por la misma enfermedad, bien sea entre pacientes, o en el caso e los familiares.
No faltan estudios que demuestran la utilidad de las redes sociales en el sector sanitario, así como el uso efectivo que tanto médicos como pacientes hacen de ellas:
Por tanto, las farmacéuticas no deberían seguir obviando el medio online y desoyendo las necesidades de su público objetivo. Puede que haya llegado el momento de cambiar dicha actitud. La propia FDA (Food and Drug Administration) ha hecho público un documento con recomendaciones sobre el uso y aprovechamiento de los canales digitales y la promoción online de estas marcas. Ellas tienen la capacidad de ejercer como emisoras de primer nivel sobre la información que demandan los pacientes, y con ello satisfacer una necesidad real, ofrecer un servicio de interés general. Algo que, de otra parte, les permitirá acercarse a los consumidores y generar confianza en la marca.