Durante siglos muchas sociedades vivieron bajo el yugo de sistemas autoritarios que centraban su poder su poder en el control de la información. Producto de ello, el desarrollo se efectuaba con mayor lentitud y la empresa se centraba únicamente en su vertiente más local.
Hoy por el contrario, asistimos a una paradoja de interés y fascinante; “cuanta más información se produce y más acceso tenemos a ella, más complicado resulta discriminar la realidad de lo que no lo es”
Los grandes cambios que estamos viviendo en relación al acceso a la información han modificado radicalmente la forma de comunicarnos a nivel global. Hemos asistido a una revolución comunicacional sustentada en profundos cambios tecnológicos y económicos, que han dado como resultado el acceso libre a la información y la apertura de múltiples canales de interacción y consumo.
Del siglo XX a nuestros días, la instantaneidad, eje central de la nueva comunicación
Antes, en el siglo pasado, utilizábamos 3 sistemas para comunicarnos; palabra, escritura e imagen. Pero… ¿qué es lo que sucede con la revolución digital?
Si ya nos pareció increíble que en el siglo XX, por los años 30 llegara el sonido al cine, hoy menos de un siglo después, nos encontramos con la instantaneidad como base del modelo comunicacional.
Imágenes, textos y sonidos se difunden por Internet llegando al planeta entero y lo hace en tiempo real, lo que provoca una profunda transformación en relación al acceso a la información y la forma en la que nos relacionamos en torno a ella. .
Inmersos en una nueva revolución económica que nos permite visualizar nuevos cambios en los modelos y plataformas de transmisión de información. Hoy en día mensaje y comunicación, están rodeados de interacción y tiempo real, aspectos que definen y determinan su eficiencia.
Si nos centramos específicamente en la telefonía, nos daremos cuenta en apenas 10 años hemos pasado de teléfonos que solo transmitían sonidos, a dispositivos que incorporan la conectividad ilimitada, la imagen y el texto… ¡Y en movimiento!
Rapidez, simplificación y emociones, los pilares de la comunicación de las empresas del siglo XXI, objetivo: Las emociones
Hace 10 años la información estaba en manos de la prensa escriba, la comunicación oral y la imagen, pero hoy, no sólo cambio lo que se dice, cambia también la comunicación publicitaria, el mensaje se hace más sencillo, la simplificación es una consigna y la rapidez una característica.
Sencillez, rapidez y calidad, son los 3 pilares que definen la nueva comunicación del siglo XXI, aquella que tiene como principal objetivo impactar en las emociones de las personas.
La selección adecuada de la información que circula libre y al acceso de todos es lo que marca la diferencia. La nueva teoría de la comunicación, se centra hoy una máxima irrefutable. “La información que no se comparte pierde su poder”. Una nueva teoría de la comunicación que tiene en la “empresa” y su vinculación con las personas, el eje central de su eficiencia.
5 cuestiones, 5 respuestas
Y por paradójico que resulte, las relaciones que imperaban en otros momento históricos cuando la revolución tecnológica ni tan siquiera era ciencia ficción, contaban con un rasgo que hoy, nos sigue resultando un desafío; el establecimiento de un orden social y económico en torno a las relaciones personales, quienes eran y siguen siendo el origen de toda innovación en lo que a comunicación se refiere.