Para nadie es un secreto que las redes sociales se han convertido en la plataforma perfecta para saltarse los controles regulares de comunicación, para ampliar la libertad de expresión e incluso para democratizarla. En ejemplo perfecto del alcance y el poder que le han dado los usuarios a estas plataformas es la primavera árabe, evento que logró masificar protestas y descontento generalizado en la región de Medio Oriente y que hasta el momento, ha permitido derrocar a tres regímenes: en Túnez, Egipto y Libia. Por todo esto, Reporteros Sin Fronteras (RSF) explica en su informe: Entre vigilancia y filtraje, la sutil brecha de los netciudadano que los regímenes autoritarios intentan asfixiar toda la información molesta que es publicada en las redes sociales. El grupo de RSF considera que "la mezcla de géneros entre periodismo y activismo se acentúo en contexto extremos, como el de Siria, donde simples ciudadanos, indignados por las masacres, empezaron a recabar información, con los medios que disponían, para enviarla a los medios internacionales, con el fin de que se conozca la magnitud de la sangrienta represión". Al respecto el grupo defensor de la libertad de expresión considera a doce países como "enemigos de internet": Bahrein ha sido capaz de lograr una efectiva represión, logrando silenciar la información gracias a un arsenal de medidas preventivas; Belarús o Bielorrusia la red permanece bajo un corte ajustado; Arabia Saudí, censura implacable, asfixiando la cobertura de protestas regionales. Sin embargo, Myanmar representa un rayo de luz, al haber liberado a periodistas y blogueros así como desbloquear sitios informativos pero aún existen herramientas técnicas y legislativas de control y vigilancia de la red. Por su parte, China acentuó su presión sobre los actores privados de la red con el fin de ponerlos a sus servicios; Corea del Norte desarrolla presencia en línea con fines de propaganda; Cuba blogueros críticos y gubernamentales se enfrentaron en línea; Irán anunció el lanzamiento de una internet nacional; Uzbekistán evitó que se generarán debates sobre la primavera árabe; Siria durante la represión han azotado a ciberactivistas o netciudadanos y con la ayuda de Irán han perfeccionado la vigilancia en la red; Turkmenistán ha empezado a tener su primera guerra de información 2.0 y Vietnam emprendió junto a Irán olas de detenciones. Adicional a lo expuesto, Twitter decidió aplicar una censura geolocalizada que mantiene la tendencia de replegarse sobre las redes nacionales. Sobre Venezuela, la organización considera que el acceso a la web sigue siendo libre, y no hace mención sobre a los ciberataques y hackeo de los que han sido objeto periodistas y articulistas de opinión de tendencia opositora en el país. Sin embargo, aseguran seguir vigilantes "dado que las relaciones entre el poder y los medios de comunicación críticos son tensas", además de estimar que la ley adoptada en 2011 es potencialmente liberticida para la red. ¿Qué opinan ustedes?