Opinión Comunicación

Las malas noticias siempre de golpe y al principio

En una situación de crisis, las malas noticias todas a la vez, por duras que sean y a partir de ahí, reconstruir la reputación perdida

Cuando una marca se ha de enfrentar a una situación de crisis reputacional, debe gestionar muchas cosas, en tiempo record y ha de ser capaz de dar respuestas a muchos grupos de interés, ya que si no lo hace permitirá que terceras personas hablen de la situación de crisis sin tener mucho conocimiento y sobretodo generando más incertidumbre que antes de producirse dicha situación.

Parece que esta regla básica de la comunicación de crisis reputacional no se está dando en el gobierno de España y en nuestra clase política en general.

¿Por qué digo esto?. Lo último que hemos leído en los medios de comunicación es que la unión europea ha decidido inspeccionar las cuentas de España después de que se haya sabido que el déficit del año 2011 no era del 8,5% sino del 8,9%, es decir 4 décimas más de lo anunciado en su día. Este “desvío” lo han provocado 4 comunidades autónomas gobernadas por el partido popular, que no habían facilitado esa cifra hasta ahora. El caso más flagrante ha sido el de la comunidad autónoma de Madrid que “solo” ha tenido una desviación del doble de lo que habían dicho hasta ahora.

Lo curioso del caso es que hace unos meses, cuando tomó posesión el nuevo gobierno, dijeron que el déficit que había generado el gobierno del anterior presidente no era del 5% sino del 8,5%. Otra “pequeña” desviación.

También coincide la información con la que el Fiscal General del Estado abrirá una investigación sobre la responsabilidad penal de los directivos de las cajas de ahorros que son otros de los causantes de este “desaguisado”. También hemos conocido que la prima de riesgo española ha batido todos los records de subida respecto a la prima de riesgo alemana.

Parece que vamos teniendo un goteo informativo de malas noticias cada día, o por lo menos cada semana, y esto es lo peor que le puede pasar a una marca para poder afrontar una situación de crisis reputacional.

Reconozco que debe ser difícil gestionar en estos momentos desde el gobierno la marca “España”, pero se debería hace un esfuerzo para poder parar este goteo informativo de malas noticias, “sacar de debajo de la alfombra” toda la porquería que hay y con lo que queda, después del shock inicial, empezar a reconstruir la credibilidad como país.

Una vez más insisto que esta manera de hacer depende de nuestra clase política y por lo que estoy viendo en las últimas semanas, eso no lo van a hacer y vamos a seguir viendo este tipo de noticias que no ayudan a remontar la actual crisis de reputación que ha de generar credibilidad y confianza lo antes posible.

Vuelvo a insistir: en una situación de crisis, las malas noticias todas a la vez, por duras que sean y a partir de ahí, reconstruir la reputación perdida

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