Es curioso recordar cómo hace un década cuando pedíamos a un creativo el diseño de un sitio web, lo que más nos importaba era que fuese impactante, original, sorprendente, lo nunca visto!!!! Pensábamos que íbamos a incrementar nuestra cuota de mercado sorprendiendo a los usuarios con nuestras obras de arte, la teoría era: "usuario impresionado, cliente seguro". Estábamos casi seguros que una buena imagen de nuestro negocio se conseguía a través de la creación de una web site super creativa, nunca vista anteriormente. No importaba si el usuario pudiese manejara o encontrar la información o el producto que buscaba. El mensaje también era lo de menos, tenía que ser único y creativo, el sitio web tenía la misión de entretener al usuario, y que éste comentase con sus amigos que ha entrado en la web más chula de internet. En esa época, los sitios web más inteligentes eran los más difíciles de entender, los que suponían todo un reto para el internauta de a pie sacar algo claro de ellos. Sin embargo esto es lo que realmente pasaba con los usuarios: abandonaban el sitio frustrados por la mala usabilidad de la página web. Abandono Por fortuna, esta tendencia duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio, bastó hacer un poco de análisis para darse cuenta que una vez vista la sorprendente película, esta no se rebobinaba, si no ofrecía lo que se buscaba. Además la inteligencia de los creadores de los sitios web ya no se mide por la complejidad que supone su obra final al usuario, sino todo lo contrario, cuanto más fácil se lo pongamos al público, más listos somos. Y el diseño espectacular sólo lo es realmente cuando consigue su objetivo. Todos los usuarios no son iguales El tiempo es algo preciado para todos y que no escatimamos en ningún momento, por lo tanto, cuando estamos delante de una página web, no leemos, escaneamos. Necesitamos interfaces simples, rápidos, obvios por si mismos cuanto menos esfuerzo tengamos que dedicar al a navegabilidad más atención podemos prestar al contenido, a lo que buscamos y lo que realmente nos interesa. No podemos permitirnos el lujo de perdernos por lo que la página de inicio la debemos de tener siempre visible como referencia y si en todo momento nos aparecen los llamados "breadcrums" indicándonos el camino por donde hemos venido, pues mejor que mejor. Tampoco podemos desperdiciar minutos buscando algo que no encontramos, por lo que siempre deberíamos encontrarnos con una utilidad de "búsqueda" en todas las páginas. El orden nos estabiliza, nos calma, es imprescindible que los sitios web sigan rigurosamente las líneas de su diseño corporativo, para que las identifiquemos inmediatamente, sobre todo y ante todo, el logotipo y tagline tienen que estar en el mismo sitio y de manera idéntica en todas las páginas. El contenido tiene que estar estructurado de manera jerárquica, para que con un simple scaneo de la página nos demos cuenta de la importancia y clasificación de los contenidos. Los inesperados banners y pop ups nos entorpecen la navegabilidad y nos enfadan y el ruido visual nos confunde y aturulla, necesitamos orden, espacios en blanco para descansar la vista, tipografía legible que se contraste fuertemente con el fondo y no nos haga hacer un sobresfuerzo en la lectura. Debemos tambien saber todo lo que sucede mientras interactuamos con la página, si bajamos un video, cuanto tiempo tarda, si algún elemento no está disponible, que se nos comunique de manera clara y si hay algún error en la página que podamos entender lo que ha ocurrido mediante la recepción de mensajes amigables, traducidos directamente de los típicos "Error 336". Error loading No tenemos tiempo de andar averiguando dónde están los enlaces y que textos, iconos o imágenes funcionan como tales. Muchas veces queremos imprimir, compatir en redes sociales o mandar por correo electrónico, una página, una foto o un artículo y necesitamos tener las herramientas que nos lo permitan de manera visible. Por otro lado cuando estamos haciendo una compra on-line, no queremos rellenar formularios innecesarios y necesitamos un sistema donde podamos meter nuestros datos bancarios de una manera segura y rápida. En resumidas cuentas, las 20 reglas de oro que debemos cumplir para no echar a los usuarios de nuestro sitio web son las siguientes: