A diario fluyen ríos de tinta que inundan el Social Media, las páginas de los periódicos; los mensajes publicitarios copan todo lo que alcanza nuestra vista; tal gran cantidad de información que satura nuestra mente, haciendo que inconscientemente rechacemos gran parte de ella. Solo una pequeña porción de estos mensajes llega a su destino, y causa el efecto deseado ¿qué tienen de especial? ¿cómo consiguen alcanzar al usuario? Uno de los métodos para crear contenido efectivo es el storytelling, o "arte de contar historias"; mediante el cual se consigue persuadir a los usuarios, y hacer que estos adopten una postura favorable al mensaje que se transmite. Se trata de una práctica que comenzó a utilizarse en Estados Unidos durante la década de los 90 y supone, en palabras de Christian Salmon, "un arma de distracción masiva".

Esta técnica comenzó a aplicarse con los niños, pero pronto se descubrió su gran potencial como herramienta de comunicación, y pasó a utilizarse en el área política; siendo un recurso muy utilizado hoy en día continuamente por los grandes dirigentes políticos. Sirva como ejemplo la campaña electoral que le valió el puesto de presidente de los Estados Unidos a Barack Obama, basada en la consecución del sueño americano. El storytelling basa su éxito en la capacidad para captar la atención de su destinatario, quien queda atrapado en el relato desde la primera palabra. El mensaje se transmite mediante una historia, generalmente en primera persona, que cuenta un hecho veraz, cuya trama es fácilmente interiorizable por el receptor, quien se siente identificado, consiguiendo emocionarle y que se vea abocado irremediablemente a actuar en favor de la acción que de ella se desprende.

Sentimientos y emociones, ingrediente esenciales del Storytelling Son palabras que desde el primer momento atraen, emocionan, persuaden e incitan a la acción, el sueño que todo comunicador desea alcanzar. Una prueba más de que el contenido es el rey, quien con el apoyo de su reina, el contexto, puede hacer que la estrategia de comunicación tenga el éxito esperado. Los sentimientos y las emociones son los mejores aliados del storytelling, ya que es lo que nos empuja a tomar una u otra decisión, y es importante que nuestra historia, creada para satisfacer sus necesidades, que, por otro lado hemos creado nosotros (o al menos, deberíamos hacerlo) guíe al cliente hacia la decisión de adquirir nuestro producto.

Del poder de una historia

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