Las estrellas del deporte son uno de los ejemplos más claros de Personal Branding que tenemos actualmente en nuestra sociedad, tal es así que en la
nomina de muchos/as de estos profesionales los ingresos por derechos de imagen igualan, o en ocasiones superan, los que reciben por parte de sus
equipos en los deportes colectivos.
Como todas las marcas, los profesionales del deporte no están exentos de sufrir una crisis de imagen y de reputación, un ejemplo de este fenómeno está
siendo el caso de Iker Casillas en el Real Madrid. El guardameta de Móstoles ha pasado de contar con un apoyo unánime a encontrarse con un sector de la
opinión pública que no comulga con la figura del portero madridista. Este sector resulta muy activo en Medios Sociales donde la imagen del portero está
siendo seriamente dañada.
Aprovechando que nos encontramos con un tema de gran actualidad, analizaremos los cinco puntos, en aspectos de comunicación y de imagen de marca en los
que está fallando el portero del Real Madrid y que esta provocando que sus crisis de reputación se este alargando tanto en número de seguidores como en
el tiempo.
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Silencio. Cuando una marca, ya sea corporativa o personal, se encuentra en el centro de la polémica debe siempre explicarse y
mostrarse cercano a la opinión pública. El silencio muchas veces provoca desconfianza y descontrol de la situación por parte del protagonista.
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Medios de comunicación. Una marca nunca debe escudarse exclusivamente en los medios de comunicación, que por definición deben ser
objetivos. Cuando una marca poderosa cuenta con el favor de la prensa y este es su único medio de comunicación que utiliza provoca que la opinión
crítica crea que se está intentado manipular la situación.
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Falta de posicionamiento. La neutralidad no existe a la hora de hablar de marcas. El hecho de no posicionarte con una idea y un
mensaje claro provocará que no solo tu masa crítica se mantenga, sino que muchos de los seguidores que nos defienden se pasen al "otro bando" ya
que dejan de sentirse identificados.
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Afrontar y responder a las críticas. Cuando surge una polémica que envuelve a una marca, esta debe afrontarla y responderla, esta
situación es similar a un globo si no cogemos la aguja para pincharlo nosotros de manera controlada puede que siga engordando hasta que nos explote
por sorpresa.
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El pasado no importa. No nos vamos a engañar, hasta los imperios más grandiosos han desaparecido, nuestro pasado por muy grandioso
que haya sido no nos va a salvar de crisis presentes o futuras. Cuando esto sucede la opinión pública necesita argumentos de presente y de futuro.
