Científicamente comprobado. A siete de cada diez periodistas se les eriza el pelo de la nuca cuando les nombras juntas estas dos palabras: periodismo y marca. Esta satánica mezcla de conceptos tiene todas las papeletas para convertirse en "asunto del año" para los que nos hemos dedicado a escribir sobre comunicación durante los últimos meses.
El "asunto", a pesar de que lógicamente ha desaparecido de la primera línea de los blogs, como esas noticias programadas que copan portadas y tertulias de barra hasta que otra, más absurda aun, le quita protagonismo, nos sigue martilleando el oído. Pero seguimos sin encontrarle respuesta. Básicamente, porque no la tiene. O porque nadie nos pide que deba tenerla.
¿Tienen los medios de comunicación que convertirse en marcas?
Para qué, si ya lo son, o por lo menos esa debería ser la aspiración de un director de marketing en cualquier medio de comunicación, siempre y cuando la búsqueda de vajillas, miniaturas o crujientes barras de pan para realizar promociones cruzadas no le quitara el tiempo suficiente para cumplir este importante objetivo. Muchas empresas de ese tipo lo son. Y lo han conseguido tratando y trabajando como "un producto" lo que tienen entre manos. Está bien, no hay pecado ninguno.
Pero si le damos la vuelta a la pregunta, parece que molesta más. Tenía un compañero en la facultad que desquiciaba a cualquiera, incluido profesores, porque se dedicaba a darle la vuelta a todas las preguntas que se le hacía. Fue el único de todos los que empezamos la carrera que, a pesar del trastorno, ha prosperado en la vida. Fuera del ámbito de la comunicación, obvio.
Demos, entonces, la vuelta a la pregunta. ¿Tienen las marcas que transformarse en medios de comunicación?
En este caso la cosa cambia. ¿Tendrían que ser los redactores jefes como los directores de marketing? . De verdad seguimos pensando que una historia parida desde una marca, bien contada y estructurada, no va a interesar e, incluso, fidelizar a los fans dedo de dicha marca. Of course. Y sí encima lo publican en un entorno bien hecho, ameno, que interese y proporcione ventajas, pues mucho mejor (acabamos de herir de muerte al ochenta por ciento de los medios españoles, media hora antes de que la crisis acabe por rematarlos)
El otro día leí a un responsable de una agencia posicionarse radicalmente en "el asunto". "Lo que se defiende es que las marcas tienen que transformarse en medios", decía tajantemente como sí le hubiera crecido un pequeño Mou dentro. "La única manera de estar conectado con la gente es contando cosas de forma que la gente sea fiel a ti porque cree en lo que cuentas%u2019. O sea, el espíritu del buen periodismo trasplantado a las marcas. Ufff, again.