¿Has buscando algún término en internet y has acabado más confundido que al principio? ¿Has buscando una receta concreta y has terminado sin saber que ingredientes lleva? ¿Has pedido opinión sobre qué curso hacer y te has quedado con más dudas que antes? ¡Bienvenidos a la era de la infoxicación!
La infoxicación o intoxicación informativa ya es una realidad en la sociedad digital actual en la que vivimos , llegando incluso a resultar perjudicial tanto para el consumidor de información como para las propias empresas. Los consumidores pueden sentirte tan saturados, que les resulta muy complicado tomar decisiones, decantarse por una u otra vía,... pero ¿y las empresas? ¿Cómo hacen para que sus productos lleguen al consumidor sin parecer intrusivos? ¿sin agobiar? ¿sin intoxicar?
Como dijo Alfons Cornella en la conferencia del acto de entrega de títulos de los programas de Formación de Posgrado del año académico 1999-2000, un estudio que se ha hizo en Berkeley, afirma que la cantidad de información que se produce anualmente en el mundo es de 2 hexabytes por año, 2 x 1018 por año; una cifra impresionante que sigue sumando números.
Pero este problema de intoxicación informativa no es nada nuevo, existe desde que internet se generalizó y va en aumento cada día más. Desde el boom de la web 2.0 y la arquitectura de la participación, allá por el 2004, todos estamos dispuestos a ser los reyes de internet; todos queremos ser protagonistas, comentar, participar, genera contenidos y alzar la voz ¡bien alto!
Llegados aquí cabe hacerse la siguiente pregunta ¿Estar intoxicados de información es un problema o una oportunidad? Dado que el "problema" lo hemos creado nosotros mismos, deberíamos verlo como una importante fuente de oportunidades, como un camino hacia la evolución informativa en la que es necesario adaptar nuestro cerebro al entorno , generando así un "cerebro digital" que tiene que acostumbrarse a procesar esta cantidad de información.
Para sobrevivir como usuario, nos basta con segmentar, elegir, seleccionar y desarrollar nuestra capacidad de decisión.
Para sobrevivir como empresa, será más complicado; tendremos que aferrarnos al Content Curator o Curación de Contenidos para saber qué , cómo y dónde mostrar nuestros mensajes. Tendremos que destacar diferenciándonos del resto, siendo concisos, directos, originales; posicionándonos como referencia de nuestro sector.
En conclusión,...¡O te diferencias o caducas!