Artículo Comunicación

Medium vs LinkedIn en la batalla de los contenidos de calidad

Por Redacción - 16 Febrero 2015

Una de las grandes guerras existentes en la red en estos momentos es la batalla de los contenidos. Los internautas buscan cada vez más contenidos de calidad, con extensiones y profundidades mayores y que estén firmados o sustentados por los especialistas en esas materias. Pero, además, los contenidos se han convertido en una de las herramientas básicas para conseguir crear y afianzar la que se conoce como marca personal, el gran último tema de preocupación de todo profesional que se precie en la red.

Por ello, escribir y hacerlo sobre lo que se conoce y lo que interesa se ha convertido en un elemento clave para hacerse notar y para convencer a los demás de que se tiene un dominio indiscutible en un terreno concreto. El camino para ser un influencer en la red ya no pasa solo por publicar tuits con links interesantes o con mantenerse al día de los temas que interesan en conferencias y congresos. Ser una autoridad en la materia pasa también por tener una presencia escrita de calidad en la red.

Y ahí es donde la batalla de los contenidos y el creciente interés por ofrecer una buena imagen en la red se han cruzado. LinkedIn y Medium son las grandes plataformas que compiten por hacerse con esos usuarios. ¿Quién se llevará al productor de contenidos de calidad?

Medium, la nueva favorita de los influencers

En los últimos meses, los perfiles en Twitter de algunos influencers se han llenado con links a Medium, una nueva plataforma social que permite publicar contenidos de mayor extensión que lo que lo que dejan otras plataformas sociales. Medium, en realidad, se parece demasiado a las plataformas de blogging, como podrían ser Wordpress o Blogger, pero con un toque cool y business. Detrás del site están dos de los fundadores de Twitter, Ev Williams y Biz Stone, que lo presentaron en 2012 junto con otro site que no ha vivido aún el momento de gloria que está atravesando Medium (Branch, un espacio para conversaciones sociales, quieran decir con ello lo que quieran decir).

En un primer momento, Medium no era exactamente lo que se ve ahora. El site se definía como un espacio para colecciones, ya fuesen de contenidos o de fotografía. De hecho, en las primeras crónicas y análisis de la nueva red social, se señalaba siempre que era un nuevo espacio para compartir imágenes, como si fuese un nuevo competidor para Pinterest o Instagram. Para acceder al nuevo site solo se necesitaba entonces una cuenta de Twitter y una invitación.

Desde entonces el espacio ha evolucionado. En 2013, un artículo en The Atlantic ya se preguntaba qué era exactamente Medium y qué se podía esperar de la plataforma y hacía una especie de índice con los artículos que en las últimas semanas se habían convertido en virales y que nacían en la plataforma. Dos de ellos, uno sobre Bradley Manning y otro sobre Perú, tenían además diseños cuidados (especialmente el segundo) y entraban dentro de la cada vez más deseada categoría de longform. Los dos habían sido generados gracias al trabajo de los editores de la plataforma, aunque los demás contenidos de la lista eran el fruto del trabajo espontáneo de los blogueros o autores que simplemente usaban la herramienta.

Y ya entonces la plataforma era definida como el lugar para dejarse ver y para tener una segunda visión sobre las noticias. Como señalaba entonces el periodista de The Atlantic, Twitter es el lugar para comentar la actualidad en el momento que ocurre, Medium lo es para hacer el análisis al día siguiente.

La herramienta cuenta además con una home en la que se dan visibilidad a algunos artículos (aunque no hay que olvidar que Medium cuenta con sus propios autores y no hay más que ver las ofertas de trabajo para verlo: ahora mismo están buscando por ejemplo a autores que escriban sobre la campaña presidencial estadounidense o sobre tecnología para su medio dentro de Medium sobre ese tema). Medium se convierte así en una especie de medio de comunicación mezclado con social media en el que conviven los artículos de quienes forman parte del staff y quien escribe simplemente porque le apetece y en el que no hay publicidad ni una forma clara de rentabilizar la herramienta.

Escribir en Medium es muy sencillo. Solo hay que tener un tema sobre el que hablar y el conocimiento para desarrollarlo y lanzarse a publicarlo. La plataforma es muy similar a las demás plataformas de publicación, por lo que su uso es muy intuitivo: un texto, una foto y unas cuantas negritas y nuestro mensaje llegará al mundo.

Llegar a una audiencia

El principal objetivo de escribir en Medium está en llegar a una audiencia, en convertir el mensaje que se está compartiendo en algo visible. En definitiva, Medium es una herramienta más para convertirse en una autoridad sobre un tema, en allanar el camino para hacerse influencer. Las recomendaciones que Medium ofrece sobre cómo conseguir ser leído dentro de la plataforma no pasan más allá del sentido común (emplea un titular atractivo, recurre a la fotos para reforzar el mensaje y darle más visibilidad, etc) aunque eso, si se piensa con frialdad, no va a ser garantía para conseguir llegar a esas audiencias masivas que todo el mundo espera lograr.

Lo que se publica en Medium llega, primero, a quienes son los contactos en la red social de quien publica el mensaje. Para darse de alta en la plataforma solo hay que emplear Twitter o Facebook y cuando se activa el perfil se sigue de forma inmediata a todos aquellos contactos de la red social que se emplea para el alta y que también tienen un perfil en Medium. La visibilidad de lo que se hace en Medium es por tanto todavía algo intangible y que se deja un tanto a lo que pasará en el futuro.

De hecho, esa es una de las principales pegas que nos comenta una periodista freelance que ha usado la plataforma. "Usé Medium solo una vez, simplemente por probar. La gente está hablando mucho de la plataforma y decidí ver cómo era exactamente", nos explica. "No creo que la vuelva a usar, eso sí", confiesa y añade que "me parece que para conseguir resultados hace falta invertir mucho tiempo". Y esta usuaria piensa incluso en pasarse a la competencia ahora que ha descubierto el potencial de publicar contenidos en LinkedIn. "Es fácil y por lo menos ya tengo seguidores (todos mis contactos)", nos dice por correo electrónico.

Quién se lleva estos nuevos contenidos longform

Aunque mientras se intenta alcanzar la gloria como influencer o que los mensajes pasen un poco más allá de lo que se está haciendo o diciendo al círculo inmediato, Medium se va llenando de contenidos a cada cual más cuidado y de más calidad, elaborado muchas veces por usuarios con amplio dominio en el tema y que pueden producir textos de cierta profundidad sobre el mismo. Medium se está llenando de contenido premium (que convive, por supuesto, con el típico contenido sin calidad que suele abundar cuando se lanzan este tipo de plataformas) por el que en realidad nadie está pagando (los autores lo hacen por amor al arte, o mejor por la gloria de conseguir influencia social) y que genera un tráfico de interés y de calidad.

Esto pone a Medium a competir directamente con LinkedIn, que también intenta captar a ese tipo de autores y que hasta ahora ha sido uno de los mejores (o el único realmente importante) escaparates para hacerse notar como autor de contenido más o menos profesional por la gloria de ser una autoridad en la materia.

LinkedIn es - o era hasta ahora - el gran ganador de la batalla de los contenidos longform, muy por delante de Facebook, ya que ofrece un mayor visibilidad ante lo que se hace, una herramienta que permite crear contenidos con más calidad (LinkedIn tiene una plataforma de publicación frente a las un tanto amateur Notas de Facebook) y sobre todo un público más receptivo y más proclive a leer y publicar este tipo de contenidos. La red social solo ofrece la herramienta de publicación en inglés (aunque cualquiera puede poner su perfil en ese idioma), pero no hay que olvidar que Medium hace otro tanto.

Además, LinkedIn también está haciendo un esfuerzo para conseguir que la plataforma se llene de esos contenidos de calidad. La red da las facilidades necesarias a sus usuarios (de quienes ya sabemos que son profesionales y que posiblemente hablarán sobre su campo de especialización) para hacerlo, da visibilidad a los textos y lanza campañas o recomendaciones para convencerlos de que lo hagan. En los grupos para periodistas, por ejemplo, LinkedIn recuerda que una manera de hacer notar el trabajo, especialmente cuando se trata de periodistas freelance siempre a la búsqueda de otra colaboración, está en subir un resumen de lo hecho a la plataforma de contenidos y luego sumar un link para hacer que todo el mundo lo vea.

LinkedIn parte con la ventaja frente a Medium de contar ya con millones de usuarios en todo el mundo y con ser ya una red de profesionales en la que no es complicado encontrar a quienes marcan el mercado o la pauta en ciertos segmentos. Pero Medium, por su parte, cuenta con el hecho de que no es una plataforma cerrada y que cualquiera puede leer esos contenidos, como haría con cualquier medio online.

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